Expertos en desminado de las Naciones Unidas dijeron este viernes 26 que despejar los escombros y dejar la Franja de Gaza a salvo de bombas sin detonar podría consumir el equivalente a 14 años de trabajos con 100 camiones.
Pehr Lodhammar, alto funcionario del Servicio de Acción contra las Minas de las Naciones Unidas (Unmas) dijo que “estamos hablando de 14 años de trabajo con 100 camiones, para retirar los escombros con aproximadamente 750 000 días de trabajo”.
Los casi seis meses de guerra en ese territorio palestino de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes “han dejado unos 37 millones de toneladas de escombros, 200 kilos sobre cada metro cuadrado afectado por el conflicto”, apuntó Lodhammar.
Dijo que era imposible determinar la cantidad exacta de municiones sin detonar donde barrios anteriormente muy urbanizados y densamente poblados han quedado reducidos a escombros, “pero puedo decir es que al menos 10 % de las municiones que se disparan potencialmente no funcionan”.
Israel bombardeó intensamente Gaza, con la destrucción de miles de edificios de viviendas y servicios, después de que la milicia islamista Hamás atacó el sur israelí el pasado 7 de octubre, con saldo de más de 1100 muertes y la captura de unos 250 rehenes.
Esos ataques y una ofensiva de infantería ha dejado más de 34 000 palestinos muertos, unos 77 000 heridos y miles de desaparecidos. Han muerto cerca de 300 soldados israelíes y Tel Aviv da cuenta de que miles milicianos de Hamás fueron abatidos.
La ofensiva israelí forzó el desplazamiento de sus hogares de la mayoría de los gazatíes y redujo a ruinas o inutilizó la infraestructura en la Franja para agua potable, alimentación, electricidad, salud, enseñanza, comunicaciones y transporte.
Por su parte, las agencias humanitarias de las Naciones Unidas repitieron las advertencias de que la hambruna es inminente en el norte de la Franja de Gaza -donde estarían aislados de ayuda, debido al cerco israelí, más de 200 000 habitantes, y para que se permita la entrada de más ayuda al enclave.
Israel se comprometió hace tres semanas a mejorar el acceso a la ayuda a través del cruce de Erez, justo al norte de Gaza, y el puerto de carga israelí de Ashdod, más al norte, pues durante los meses de guerra apenas ha entrado ayuda en forma intermitente e insuficiente con camiones que cruzan el paso de Rafah, en el sur fronterizo con Egipto.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó que se había producido un pequeño aumento en la ayuda, pero no lo suficiente en volumen o diversidad.
“Todavía nos dirigimos hacia una hambruna, no hemos visto el cambio de paradigma que se necesita para evitarla; necesitamos más volumen, más previsibilidad y un esfuerzo sostenido para llevar una asistencia más diversa al norte”, dijo Carl Skau, director ejecutivo adjunto del PMA .
Ante informes de continuos ataques israelíes en el este de Rafah, Skau subrayó la preocupación de que cualquier invasión terrestre de la ciudad más meridional del enclave amenaza con interrumpir el ya insuficiente ingreso y distribución de ayuda.
Acerca de los esfuerzos por establecer un corredor marítimo para la ayuda humanitaria, Skau insistió en que “no hay sustituto para las entregas terrestres” a Gaza.
Ello porque en el puerto turco de Estambul se apresta a zarpar la “Flotilla de la Libertad”, tres barcos que tenían previsto salir este viernes rumbo a Gaza con más de 5500 toneladas de alimentos -y observadores humanitarios internacionales-, pero anunció que aplaza su salida ante el “bloqueo administrativo” de Israel sobre la costa que controla.
“Israel debe adherirse al derecho internacional, incluidas las órdenes recientes de la Corte Internacional de Justicia para garantizar el acceso sin obstáculos a la ayuda humanitaria”, dijo Michael Fakhri, relator especial sobre el derecho a la alimentación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.