A día seguido, la Unión Europea y Japón se han pronunciado al respecto. La primera reanudará sus pagos a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y el segundo anunció una contribución de 35 millones de dólares.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen anunció que a partir de la segunda semana de abril se transferirán 50 millones de euros y, en pocos meses más, 32 millones. Los fondos corresponden a los montos comprometidos pero suspendidos por la UE ante las acusaciones hechas por Israel contra la UNRWA, según la cuales, empleados de esta agencia de Naciones Unidas estaban comprometidos con el ataque de Hamas. Aunque las posiciones dentro de la UE no fueron unánimes, von der Leyen afirmó que la decisión se tomó porque «Apoyamos al pueblo palestino en la Franja de Gaza y en otras partes de la región. Los palestinos inocentes no deberían tener que pagar el precio de los crímenes de los terroristas de Hamás. Están terriblemente expuestos a condiciones que ponen en peligro sus vidas debido a la falta de acceso adecuado a alimentos y a servicios básicos».
Por su parte, Yoko Kamikawa, ministra de Asuntos Exteriores de Japón, anunció oficialmente la contribución de su país, apelando también a la gravísima situación humanitaria que se vive en el territorio. Para el gobierno japonés es necesario responder de algún modo a esta crisis, más aún como miembros del Consejo de Seguridad, afirmó la canciller japonesa.
En los dos casos se afirmó, además, que al momento no hay pruebas de la participación de empleados de UNRWA en el ataque mientras que la labor de la UNRWA es vital y el retiro de los apoyos la pone completamente en riesgo. Impedirlo es una responsabilidad que no se puede evadir.