La nueva protesta del 25-S (25 de septiembre) congrega a miles de personas junto al Congreso
Ha sido un martes de máxima tensión en las proximidades del Congreso español, situado en el centro de Madrid, los convocantes de las protestas del 25-S, muchos miembros del 15-M, después del tremendo encontronazo policial, vuelven a citar a la ciudadanía, para el día siguiente, a manifestarse junto a la sede legislativa en protesta por la dureza policial y las detenciones del día anterior. Miles de personas se vuelven a concentrar nuevamente en la plaza de Neptuno, mientras la Policía impedía el paso a la calle donde se encuentra el Congreso. En unas dos horas de manifestación calma, los manifestantes cortan el tráfico en la avenida de paseo del Prado,
y es cuando los agentes de policía han optado por replegarse. Esta vez se producen menos incidentes incidentes. En cambio, las manifestaciones de ayer, el 25-S, se cobraron 64 heridos (27 de ellos policías) y 35 detenidos.
El Gobierno respalda y justifica plenamente la dura actuación policial, pero los partidos de oposición no lo aprueban, ni mucho menos los mismos manifestantes, que aseguran difícil de controlar a todo el que viene, pero además han sido infiltrados por individuos violentos. Las imágenes de la concentración en la plaza de Neptuno dan la vuelta al mundo, algunos se lamentan de los choques violentos desdibujan el sentido de la convocatoria de
reunirse alrededor de un Congreso que está deliberando para hacer sentir la presencia popular en total desacuerdo con las medidas políticas que aprueban.
Por su parte la Coordinadora 25-S estima que las movilizaciones de este martes son sólo el principio de una serie de protestas a llevar a cabo con el objetivo de conseguir – nada menos – la dimisión del Gobierno.
Tal como informaron portavoces de la plataforma en rueda de prensa, las movilizaciones continuarían este miércoles, con una nueva concentración en Neptuno – como así ha sido – y ya se convoca para el sábado próximo; coincidiendo con las protestas en el vecino Portugal; la idea es realizar a las 18.00 horas un nuevo acto en Neptuno y Sol intentando rodear el Congreso.
Hay que decir que ambas convocatorias fueron autorizadas por la Delegación del Gobierno. Las cuales, tienen como objetivo final, dijeron, formar una gran “coalición ciudadana” dispuesta en las calles que exija al Gobierno un cambie de rumbo y que dimita. Además, indicaron que también es objetivo abrir un proceso constituyente que confluya a crear una nueva Carta Magna donde el
centro esté en “las personas y no los bancos”.
Uno de los portavoces, asegura que lo ocurrido este martes demuestra que “el Gobierno ha perdido y las personas han ganado”. Además, entiende que el Ejecutivo es “incapaz” de gobernar el país y que sólo se reúne para “fastidiar” a las personas; en cuanto a que se trató de una acción violenta indicó que “los violentos son ellos”, en referencia a las duras acciones policiales.
Denuncian infiltrados que provocan las acciones violentas, pero no los manifestantes auténticos. Ciudadanos comunes y corrientes pacíficos que quieren se los tenga en cuenta.
Otro portavoz, señaló a los medios el carácter “pacífico” de la mayoría de los asistentes y denunció que las acciones violentas, a las que no llamaron los convocantes, vinieron de “grupos muy minoritarios”. De momento, afirmó que no tiene miedo de lo que pueda pasar en otras ocasiones y que la plataforma trabaja “profundamente” para poder denunciar con pruebas las
infiltraciones. EL presidente por su parte, que participa en la reunión de la ONU en Nueva York, se refiere al tema destacando a ‘los miles de ciudadanos que no se manifiestan’ ni arman alborotos…
En cuanto a detenciones, al momento constan 35 arrestos, entre los que habría al menos dos menores. Según informaron, a 20 de ellos, por petición propia, les defenderá la Comisión Legal de Sol. A los 35 se les imputa el delito de desórdenes públicos y a algunos otros más graves, como atentado contra la autoridad o atentado contra las instituciones. Pero todo se confirmara cuando
los detenidos se reúnan con sus abogados.
Denunciaron la “brutal represión” y la “política criminalizadora” del Gobierno a través de su delegada en Madrid. Afirman que su único fin era “crear el miedo para coaccionar a la ciudadanía” a no ejercer su derecho de reunión.
Llaman a la desobediencia civil pacífica frente a una democracia que no es “real” sino “simbólica” y sitúan el epicentro de sus acciones en las calles. “No hay, a día de hoy, otra salida que no pase por tomar la calle, como se ha hecho a lo largo de la historia, para decirle basta a un Gobierno que gobierna para los intereses de los sectores financieros y no para los ciudadanos”.
A cualquier observador atento no se le escapa que los diputados reunidos en su lugar habitual, hacían caso omiso a todo esto; solo un diputado joven y de izquierda al salir del lugar se sumó a las protestas. Todo demuestra un divorcio neto entre ‘los representantes y sus representados’, es que como el régimen institucional fuera meramente formal frente a lo que realmente padece la
ciudadanía, y se desvía la atención a los incidentes policiales, cuando la verdadera razón de todo está en el agobio de la población por las medidas impopulares impuestas . Algo – o mucho – no funciona.