Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, advirtió que el Ejército israelí puede «copiar y pegar» en Beirut, capital de El Líbano, la violenta destrucción causada en la Franja de Gaza, dado el repunte de las tensiones con el partido-milicia chií Hezbolá, que lleva cerca de tres meses protagonizando enfrentamientos en la frontera.

«Ven lo que está pasando en Gaza. Saben que podemos copiarlo y pegarlo en Beirut», amenazó Gallant en declaraciones hechas al diario norteamericano ‘The Wall Street Journal’, entre los temores sobre una propagación del conflicto tras la muerte durante la semana pasada del ‘número dos’ del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Salé al Aruri, en un ataque en Beirut atribuído a Israel.

Dijo que una guerra con Hezbolá no está entre las prioridades de Israel, aunque señaló que «80.000 personas tienen que poder volver con seguridad a sus hogares», en relación a los desplazados por los enfrentamientos que tienen lugar en la frontera.

«Estamos dispuestos a sacrificarnos (en un conflicto)», insistió. Gallant declaró además que Israel «combate contra un eje, no contra un único enemigo» y argumentó que «Irán está creando un poder militar en torno a Israel para usarlo», en referencia a los grupos aliados de Teherán –entre ellos Hezbolá– en El Líbano, Siria, Irak y los Territorios Palestinos Ocupados.

Por otra parte, dijo que en Hamás «no se tomaron en serio» la ofensiva militar israelí contra Gaza e insistió en que la comunidad internacional tiene que entender la escala de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista palestino.

«Fue el día más sangriento para los judíos desde 1945. Es algo diferente», señaló. «¿Debe permitirse a Hamás, Hezbolá e Irán que decidan cómo vivimos nuestras vidas en Israel? Es algo que no aceptamos», argumentó, según publicó el diario israelí ‘The Jerusalem Post’.

Por último, el funcionario a cargo de la Defensa israelí anticipó un cambio en la ofensiva en Gaza de «una fase de maniobras intensas» a «diferentes tipos de operaciones especiales», aunque dijo que esta nueva fase llevará mucho tiempo y no terminará hasta que se haya logrado «destruir» a Hamás.

El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra el enclave palestino tras los mencionados ataques, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados.

Las autoridades de la Franja de Gaza por su parte, han denunciado cerca de 22.800 palestinos muertos a causa de los ataques, a los que se suman más de 315 muertos en operaciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.