Por María Muñoz para Inspira
Proyectos reales contados de primera mano por sus propias impulsoras como forma de animar a emprender a las mujeres de forma colectiva. Es una de las patas del aprendizaje que ofrece Juntas Emprendemos, un proyecto que busca la inserción laboral de las mujeres a través del autoempleo e impulsado por el Grupo Cooperativo Tangente. La iniciativa promueve el intercambio de saberes y experiencias, tanto positivas como negativas, como forma de visibilizar los proyectos iniciados por mujeres y animar a otras tantas a comenzar los suyos propios.
“En los recorridos se genera un clima de confianza en el que las mujeres hacen todas las preguntas que quieren y al mismo tiempo están viendo que una señora como ellas, que también ha tenido y tiene dificultades es capaz de sacar adelante un negocio”, explica Eva Calavia, socia de Dabne, una de las cooperativas que forma parte del Grupo Tangente y responsable de esta suerte de aprendizajes a partir de las experiencias en primera persona de quien las lleva a cabo.
Los login, como denominan a estos encuentros, son una metodología de investigación “donde se elige un problema que puede ser difícil de entender y se organiza un recorrido en el que se entra hasta la trastienda”, explica Calavia. Subraya que en estos recorridos no solo las personas que asisten a ellos conocen de primera mano lo que están haciendo las demás, sino que a las que cuentan su experiencia, en este caso, las mujeres emprendedoras, “les sirve para pararse, escucharse y ver lo que están haciendo”. “Se generan flujos de ida y vuelta”, afirma la cooperativista.
Formación previa
El primero de los login de Juntas Emprendemos -un proyecto que se realiza de forma simultánea en Madrid, País Vasco, Cataluña y Aragón- se realizó a principios de abril en la capital. Las asistentes, que previamente habían participado en varias sesiones en las que aprendieron por ejemplo que existen otras formas de entender la economía como es la búsqueda de un beneficio social y no solo económico, pudieron escuchar a dos emprendedoras que hacía apenas una semana habían comenzado su proyecto.
Las impulsoras de La vida tiene sentidos, un ultramarinos que ofrece productos locales y ecológicos además de una variedad de talleres que van desde la filosofía al cine pasando por la degustación, les contaron por qué habían tomado la decisión de empezar su negocio, las licencias que habían tenido que tramitar o cómo se organizaban para gestionar a los proveedores. “El hecho de que apenas llevaran en marcha un mes les hizo ver a las participantes que las posibilidades de emprendimiento son reales y a ellos se suma el que acercarles estas experiencias es una forma de generar referentes cercanos” señala Calavia.
El recorrido continuó por la cooperativa Germinando, donde las socias les explicaron que hace unos años decidieron ampliar sus servicios de formación y asesoramiento medioambiental y abrir una tienda física donde la gente pudiera encontrar todo lo necesario para crear un huerto propio. Al final del login, que las llevó a conocer otras cuatro iniciativas más llevadas a cabo por mujeres, “la mayoría veía que era posible poner en marcha un proyecto y sobre todo, que ellas son capaces de ello”, señala Calavia.
Las visitas por las experiencias personales, que se repetirá el 23 y 24 de abril, se completan con asesorías específicas en función de las necesidades de cada una de las iniciativas que tienen en mente las participantes. “Les ofrecemos desde comunicación, gestión de redes sociales, formación para elaborar un presupuesto o asesoría acerca de las diferentes formas jurídicas”, indica la socia de Dabne. Los perfiles de las participantes abarcan todo el espectro generacional: desde mujeres de 25 años con un alto nivel de estudios y que no pueden acceder al mercado laboral hasta las que tienen 55 años y han sido expulsadas del mercado de trabajo tras 30 años de experiencia como administrativas.