Por Felipe Jácome
El 20 de agosto Ecuador celebrará un referéndum sobre si continuar la perforación de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta. El Yasuní es el hogar del pueblo waorani, una tribu de reciente «contacto» y de las dos últimas comunidades indígenas del país que viven en aislamiento voluntario, los Tagaeri y Taromenane.
La explotación del petróleo ha causado estragos en gran parte de la selva tropical ecuatoriana desde la década de 1970, envenenando ecosistemas únicos y trayendo enfermedades a sus habitantes. Este referéndum es una oportunidad para cuestionar la dependencia del país de los ingresos del petróleo y comenzar a proponer un modelo diferente de crecimiento y desarrollo.
Hace tres años visité un derrame de petróleo en el río Cononaco, uno de los principales cuerpos de agua que desembocan en el Parque Nacional Yasuní. Decidí crear una representación visual del impacto de la explotación petrolera en la Amazonia Ecuatoriana, y en particular en el Yasuní. Las fotos de la serie están impresas en papel de algodón en gran formato y combinan imágenes de la vida diaria de los Waorani con marcas de aceite crudo hechas con una gran variedad de hojas de la selva amazónica.