Por: Gabrielle Négrel
¡Un país que preocupa a la hegemonía de los poderosos de la UE (Unión Europea) y del FMI (Fondo Monetario Internacional)! Grecia resiste, y abre así una puerta que los poderes económicos y políticos no quieren dejar ver.
¿Sería posible que los políticos, en verdad, trabajen para el bien de todos… por aquellos que los eligieron? ¿Sería posible que los valores humanistas se hicieran más fuertes, más importantes, que estén en el centro de las decisiones, por encima del lucro? ¿Sería posible que haya otra alternativa? La simple idea de todo esto hace temblar a los políticos y, por lo tanto, a las financieras en todo el mundo. ¡Cómo puede ser esto posible! ¡Una población que vote concientemente por sus elegidos, y que esos elegidos actúen consecuentemente!
¿Podría el mundo hacer un giro para volver a tener la cabeza arriba y los pies sobre a la tierra?
La UE (Unión Europea) de los bancos, del lucro, del dinero como valor central, llega a su fin. Estamos al final de un proceso que se inició después de la segunda guerra mundial. Cómo no revivir la guerra, asegurar la paz… ¿cuál fue la respuesta de la política? En 1950, el ministro de Relaciones Exteriores francés propuso el intercambio de productos de acero y carbón entre Francia y Alemania. Un año después se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), prevista para durar un período de 50 años, siendo ratificada por seis países: Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y la República Federal de Alemania (RFA). El círculo se cerró, surgieron los intereses financieros de la Unión Europea y, desde ese entonces, no han dejado de crecer. Sesenta y cuatro años más tarde, ¿dónde está la UE? ¿Por qué fue creada y por quién? La respuesta parece obvia. La guerra se utilizó como justificación de un sistema mercantil que fundamenta la supremacía del dinero en provecho de unos cuantos, así como el empobrecimiento de los demás. En la actualidad, Francia es uno de los cinco países en el mundo que vende más armas. ¿Será para mantener la paz?
Grecia se resiste. Esta mañana, los diputados griegos votaron para crear una comisión que investigue los orígenes de los planes de austeridad. ¿Habrían sido las condiciones para la concesión del préstamo abusivas y/o en desacuerdo con los derechos fundamentales de Grecia? Esta comisión examinará todos los términos que llevaron a Grecia a aceptar dos planes de ayuda internacional por un total de €240 mil millones. Anoche, M.Tsipras, el primer ministro griego, defendió la creación de esta Comisión (propuesta de su programa electoral) frente al Parlamento griego. Después de años de opacidad política, el pueblo griego necesita transparencia y poder comprender. Pagar, «sí», pero no cualquier deuda.
¡Grecia misma es una víctima de la falta de pago! Según lo anunciado por el viceministro de Finanzas griego, Dimitris Mardas, el Tribunal de Cuentas griego ha cuantificado la deuda alemana en €278,700’000,000, correspondientes a las reparaciones de guerra después de la ocupación del país por parte del ejército alemán. En 1946, Alemania fue condenada a pagar $7,100’000,000. Aparte de unos 115 millones de marcos (que serían 60 millones de Euros) pagados en 1961, no se fijó ninguna suma adicional. Para Alemania, el expediente del pago de su deuda a Grecia, está cerrado. El martes último, el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, habría calificado esta estimación de «estúpida».
Es necesario un poco de historia. Después de las dos guerras mundiales, Alemania estaba muy endeudada. En 1953, bajo el liderazgo de los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, el 62,6% de la deuda después de la guerra fue eliminado y se acordaron medidas nunca antes vistas. Mucho dinero se dio; sí, se dio a Alemania por parte de los Estados Unidos en 1948, 1952, entre 1954 y 1961. El objetivo era evitar que Alemania se «acerque» demasiado al bloque del este. Si Alemania pudo sacar «la cabeza del agua» y no hundirse, se debió a un plan de acción, incluso habiendo sido motivado solo por intereses políticos y económicos de la época.
La cancelación de la deuda de un país en extremada dificultad, es posible, así como el adoptar medidas para apoyarlo realmente. Entonces, ¿por qué Grecia no recibe esta ayuda, una ayuda «similar» a la recibida por Alemania al final de la guerra? Más que solo una deuda, el reto es también político. Pareciera que el BCE, el FMI busca someter la soberanía de Grecia. ¡Un estado, un pueblo, una población, un país no puede desestabilizar ni oponerse al poder de «dinero»!
Está claro que el peligro no viene de Grecia, sino más bien de un sistema que prefiere «estrangular» el futuro de un país, de un pueblo empobrecido durante décadas… ¡Un sistema que elige al «dinero» a expensas del Ser humano!
Ver también: http://cadtm.org/Allemagne-Grece-deux-poids-deux