Pero 250 millones de personas viven bajo una injusticia extrema.
Por: Noticias ONU.
El máximo encargado de velar por los derechos humanos señala que la justicia también es vital para el desarrollo sostenible y alerta de que muchas instituciones del estado de derecho enfrentan una crisis de capacidad y de confianza pública.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmó este viernes que la justicia es vital para la paz y el desarrollo sostenible y consideró que el mundo precisa de una justicia accesible y disponible para todos.
Volker Türk presentó sus reflexiones sobre la nueva visión para el estado de derecho del Secretario General de las Naciones Unidas, destacando una crisis de capacidad y de confianza pública en muchas instituciones del estado de derecho y la justicia.
Aunque se han logrado avances, millones de personas no tienen acceso efectivo a la justicia y viven en condiciones de profunda injusticia, en contravención de la promesa del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, que compromete a los Estados a «promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, proporcionar acceso a la justicia para todos y construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles», apuntó.
Miles de millones sin oportunidades ni protección
Türk detalló que las personas que viven en condiciones extremas de injusticia y privadas de cualquier protección significativa de la ley suman 250 millones a nivel global, además de que unos 4500 millones -el 60% de la población mundial-, están excluidos de las protecciones y oportunidades sociales, económicas y políticas que la ley les debería garantizar.
Explicó que esas personas carecen de títulos de propiedad de la tierra, documentos de residencia, documentación de vivienda o están empleados sin contrato en el sector informal, lo que resulta en la privación del acceso adecuados a la atención médica, la educación, los préstamos bancarios y mejores empleos.
Otro dato lamentable es el que indica que las mujeres y los niños enfrentan los mayores obstáculos para acceder a la justicia, con más de mil millones de mujeres sin protección contra la violencia sexual por parte de una pareja, mientras que 1500 millones no tenían protección legal contra el acoso sexual en el trabajo, según cifras de 2017.