La Tercera Toma de Lima traspasó las fronteras de la ciudad capital y se extendió en 53 puntos de todo el país, según la Defensoría del Pueblo. También presentó bloqueos en siete vías nacionales y enfrentamientos entre los manifestantes y la policía nacional.
Sin embargo, la mayoría de los manifestantes marchó al son de tambores y sikuris, y los autos se sumaron con las bocinas apoyando a los “que siempre lucharán”.
El mensaje resuena cada vez más claro: Nuevas elecciones presidenciales y congresales. Ya nadie los quiere.
Helen (estudiante)
“Vengo por la indignación en sí, siento que hay mucha indiferencia actualmente, siento que los corruptos están capturando todos los poderes, creo que solo le falta el Jurado Nacional de Elecciones y eso es el colmo ¿no? Aparte, no pueden quedar impunes las muertes que ha habido.
– ¿Qué le dirías a la Presidenta Boluarte? – Que renuncie. Ella dice que no puede hacer nada, pues claro que sí, que renuncie, pero ella obviamente no lo va hacer, porque si lo hace, se irá presa”.
El tema de fondo es la falta de diálogo y la poca o nula apertura del gobierno para escuchar y entender las demandas sociales, extendidas en todo el territorio peruano. ¡Y hacer algo al respecto!
Siete meses después del fallido golpe del ex presidente Pedro Castillo aún no se realizaron las nuevas elecciones presidenciales ni congresales reclamadas por los ciudadanos, porque ninguno de estos dos poderes del Estado se siente como representativos. Hay legalidad, pero no legitimidad.
Se ha retrocedido en las reformas educativas de nivel superior, el Congreso ahora ya tiene capacidad de gasto (hecho que excede sus anteriores facultades), se han intentado dar leyes que perjudican el medio ambiente (pese a la opinión desfavorable de los órganos competentes); la lucha anticorrupción se ha detenido; las cobranzas a empresas deudoras se han anulado y se siguen dando modificaciones a la Constitución y al marco legal para beneficio de unos pocos.
Valeria (estudiante)
“Soy presidenta de la Federación de Estudiantes de La Agraria (universidad) y estoy acá con mis compañeros, están el Bloque de San Marcos, de La Católica también. Nos hemos agrupado en un bloque que se llama Frente Universitario donde también están las universidades Villarreal, la Ruiz de Montoya, Cesar Vallejo, entre otras. Entre las seis universidades seremos unos 300 aproximadamente.
(Nos movilizamos) principalmente para hacerle frente a todas estas acciones que ha estado realizando el Congreso y el gobierno, especialmente la presidenta Dina Boluarte, y exigimos precisamente su renuncia. Estamos todos reunidos aquí precisamente por eso y también el rechazo a las acciones de represión que ocurrieron en el año pasado y este año que son inconcebibles. No es posible que en un estado de democracia las personas al salir a protestar terminen asesinadas a manos del gobierno y de las fuerzas armadas, de la policía ¿no?
Creo que es algo que todos estamos reflexionando y nos estamos movilizando en contra de eso. De algún modo el gobierno quiere meternos terror para no salir a marchar. Incluso mis padres también me han dicho “no salgas a marchar, no vas a conseguir nada”, pero nada, de algún modo es una forma de hacerle frente y demostrar… muchas universidades se quedan calladas, pero el solo salir a manifestarse, que se hable de este tema, significa que estamos hablando de eso y que no está quedando impune.
Entonces, estamos aquí exigiendo la salida de la presidenta. Vamos a acompañar todas las convocatorias que se hagan y dependiendo de las fuerzas, como Frente Universitario ya vamos a hacer más acciones, vamos a hacer una banderola, eventos también…”.
Al cierre de la edición, el saldo hasta el momento es cero muertes, aunque sí hubieron enfrentamiento entre la policía nacional y los manifestantes, y el gaseado a la población, con bombas lacrimógenas, provocado por el descontrol de vándalos que tergiversan el objetivo de la marcha. Un fuerte contingente de manifestantes ha llegado hasta el frontis del Congreso de la República, mientras la policía nacional se prepara a retirarlos.
Los manifestantes anuncian que mañana se seguirá con la jornada… hasta ser escuchados.