Los habitantes del complejo de favelas de Alemao, al norte de la ciudad de Río de Janeiro (sureste de Brasil), celebraron el sábado protestas, por segundo día consecutivo, por el asesinato de un niño de 10 años, ocurrido el pasado jueves, a manos de la policía.

De acuerdo con fuentes locales, al menos 500 personas participaron en la “Marcha por la Paz” en memoria del menor fallecido, identificado como Eduardo Jesús Ferreira.

En la protesta, de cuatro horas de duración y encabezada por decenas de mototaxis, los manifestantes enarbolaron banderas que decían “menos balas, más amor” y “no queremos más muertes” y portaron pancartas blancas para pedir el fin de la violencia y la salida de la Policía de las favelas.

Estos hechos se produjeron un día después de que la Policía de Río de Janeiro cargara con gases lacrimógenos contra una manifestación similar en el complejo de favelas de Alemao por el asesinato de Ferreira.

En este contexto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó el viernes, mediante un comunicado oficial, su “solidaridad y sentimiento” con los padres del menor fallecido y pidió que “las circunstancias de esta muerte sean aclaradas y los responsables castigados”.

Ferreira murió el jueves por disparos realizados por el Comando de Operaciones Especiales (COE) de la Policía de Río de Janeiro, durante una operación en el complejo de favelas de Alemao.

De acuerdo con la Coordinadora de la Policía Pacificadora del país, durante las últimas 48 horas, siete personas han sido heridas de bala y también se reportaron cuatro víctimas mortales en las operaciones entre agentes del COE y narcotraficantes en el citado complejo de favelas.

Cabe destacar que la zona del complejo de favelas de Alemao, que registra tres meses de consecutivos tiroteos, es una de las más conflictivas de la ciudad de Río de Janeiro por la actividad continua de los grupos narcotraficantes.

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