En el año 2019, Abiy Ahmed Ali, primer ministro de Etiopía, inició una campaña de siembra de 6.000 millones de árboles en el marco de la iniciativa denominada Legado Verde. La iniciativa es parte de las políticas del gobierno para el combate al cambio climático y logró, en su primera fase, la siembra de 25 millones de árboles.
En días pasados, Girma Amente, ministro de Agricultura y Adanech Abiebie, alcaldesa de Adis Adeba, la capital del país, pusieron en marcha la segunda fase de esta iniciativa y anunciaron la plantación de 17 millones de árboles. Esta segunda fase se ha iniciado bajo el lema «Plantemos nuestro futuro hoy». Desde la perspectiva oficial, la iniciativa no solamente contribuye a frenar las consecuencias del cambio climático sino que es una oportunidad de creación de empleo. El otro aspecto destacado por el gobierno es que, un alto porcentaje de las plántulas que se han sembrado y se sembrarán, son comestibles. Por tanto, afirman fuentes oficiales, la iniciativa también tiene un impacto importante en la soberanía alimentaria.
En 2019, cuando Abiy anunció el comienzo de Legado Verde afirmó que «Cuando llamo a todos los etíopes a adornar Etiopía, el llamado es cubrir nuestra nación de verde; ver más allá de las líneas divisorias: regional, étnica, religiosa, sexual”, mensaje que fue leído como una referencia a los conflictos étnicos aún vigentes en este país africanos y a la necesidad de superarlos.
Opositores y críticos llaman la atención sobre la concentración de esta iniciativa en una parte del país, dejando inmensas zonas desertificadas sin ninguna atención.