Publicamos acá las palabras de Rafael de la Rubia, Presidente internacional de Mundo sin Guerras y sin Violencia, invitado a hablar de un Nuevo Paradigma:
«Vamos a hablar de lo que para nosotros es un Nuevo Paradigma que lo expresamos así: O aprendemos a resolver los conflictos internacionales con diálogo… o la especie humana desaparece…
La violencia en el proceso humano
Desde el descubrimiento del fuego, el dominio de unos hombres sobre otros ha sido marcado por la capacidad de destrucción que cada colectivo humano desarrollaba. Los que manejaron la técnica de agresión sometieron a los que no. Los que inventaron las flechas arrasaron a los que usaban solo piedras y lanzas. Después vino la pólvora, con ella los fusiles, que ganaron a los anteriores. Pero después las ametralladoras, los cañones, carros de combate, aviones, y así siguiendo, con armas cada vez más destructivas, recordemos las armas químicas y biológicas. Así hasta la bomba nuclear y quienes llegaron a desarrollarla fueron quienes han impuesto su dictado en las últimas décadas.
El gran avance de las sociedades
Paralelamente se desarrollaron la ingeniería social, las maneras de organizarse más efectivas, más inclusivas, menos discriminatorias. Las sociedades más tolerantes han sido consideradas las más avanzadas. Ha habido enormes progresos en investigación, en producción, en tecnología, en medicina, en educación, en ingeniería social, etc. etc. También han sido notables los avances en la espiritualidad, que han comenzado a dejar a un lado los fanatismos, fetichismos y sectarismos y han hecho que el pensar, sentir y actuar confluyan con la espiritualidad en lugar de estar en oposición.
Pero seguimos manejándonos a veces de forma primitiva en las relaciones, ya sean éstas personales, grupales y/o internacionales. Si unos niños se disputan unos juguetes ¿les decimos que se peleen entre ellos? o, si en la calle una abuela es atacada por una pandilla de malhechores ¿le damos un rifle a la abuela para que se defienda? No hacemos nada de eso. A los niños les enseñamos a que compartan y tratamos de que practiquen el jugar juntos. En el caso de la abuela tratamos de ayudarla y avisamos a la policía. Lo anterior es así en la gran mayoría de los países del mundo. Pero en el nivel de países, no tenemos resuelto cómo hacer cuando un poderoso somete a otro más pequeño… Las Naciones Unidas surgieron con ese impulso, pero se quedaron a medio camino…
La preservación de las guerras
Después de las 1ª y 2ª Guerras Mundiales se vio necesario crear las Naciones Unidas. En su preámbulo, quedó registrado el espíritu que animaba a los impulsores: “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles, a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana…”. Ese fue el impulso inicial que estaba en el origen de ese gran proyecto. Pero después aquello, poco a poco, se fue diluyendo y las Naciones Unidas se han hecho cada vez más ineficaces en algunos temas.
¿Qué situación tenemos actualmente?
Con la disolución de la Unión Soviética parecía que la etapa de la guerra fría había llegado a su fin.
El acuerdo fue que el bloque soviético se disolvía pero que la OTAN no avanzaría sobre los antiguos miembros de la URSS. Ese compromiso no solo no se ha cumplido, sino que se ha ido poco a poco cercando a Rusia en sus fronteras. Esto no quiere decir que se defienda la postura de Putin de invadir Ucrania. Quiere decir que o buscamos seguridad y colaboración para todos, o si no, la seguridad individual no existe.
Durante más de 70 años desde que los EE. UU. detonaron las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, son los árbitros de la situación mundial. Pero ya hay otros países que han desarrollado el poder nuclear. Entre algunos de ellos tienen maniatadas a las Naciones Unidas con su derecho a veto.
La continuación de las guerras
En los últimos años las guerras no han cesado. Tenemos ahora la de Ucrania, la más mediática por ciertos intereses, pero también están las de Siria, Libia, Irak, Yemen, Afganistán, Somalia, Sudan, Etiopia, Eritrea, por citar algunas, porque hay muchas más. Ha habido más de 60 conflictos armados cada año entre 2015 y 2022 en todo el mundo.
El cambio de situación actual
Va para más de año y medio desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania y la situación lejos de mejorar empeora aceleradamente. Stoltenberg ha admitido que la guerra con Rusia comenzó en el 2014 y no en el 2022. Se venían incumpliendo los acuerdos de Minsk y hostigando a la población ucraniana ruso parlante, mientras Ucrania estrechaba lazos con EE.UU. con claras derivas hacia la salida de su situación de neutralidad y su alineamiento con la OTAN, línea roja que Rusia no iba a permitir. Las consecuencias están siendo el escalamiento del conflicto sin conocer su límite. Rusia se ha salido del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo Start). Por su
lado el presidente Zelenski habla de vencer a Rusia en el campo de batalla. Analistas hablan cada vez más abiertamente de la posibilidad de utilización de una bomba nuclear táctica… La irracionalidad y la mentira por ambos bandos es patética.
El vasallaje de la UE a los EE. UU.
El mismo J. Borrell, alto representante de la UE para la Política Exterior, ha calificado la situación de peligrosa, pero sigue insistiendo en la vía bélica de envío de armamentos para respaldar a los ucranianos. Ningún esfuerzo va en la dirección de la negociación sino de echar más leña al fuego.
Altos cargos europeos anuncian que “para salvaguardar la democracia en la Unión Europea, prohíben la información de los medios rusos RT y Sputnik”. ¿A esto llaman democracia…?
Situación sin salida
Como antes decíamos “los que han tenido el mayor desarrollo tecnológico destructivo son los que han impuesto su dictamen”.
Pero con la diversificación de las armas nucleares la situación ha cambiado, ahora son 9 países que las tienen, entonces en unos años serán 20 o 30 los países que posean armas de gran destrucción… Un mundo así no es viable. Entonces, o se hace lo mismo que con las armas químicas o las biológicas, que se prohibieron, repito, “o se consigue prohibirlas, o la especie se acabará autodestruyendo”, haciendo realidad aquella frase de Einstein “no sé cómo será la 3ª guerra mundial, pero la 4ª será con palos y con piedras” es decir la civilización desaparecería…
“No tenemos otra salida o prohibimos las armas nucleares o desaparecemos como especie”. Esto tenemos que aclararlo en nuestra interioridad y tenemos que colocarlo como uno de los temas primarios de nuestra existencia. Otras cosas tienen matices, pueden ser opinables. Esto no.
Además, dada la situación y por los datos que tenemos, es muy posible que ni siquiera dependa de la voluntad humana. Los EE.UU. han admitido que, por fallos técnicos, hemos estado 6 veces a punto de entrar en confrontación nuclear por accidente.
Mundo regionalizado
Volvamos al proceso que viene siguiendo la especie sin ese tipo de interrupciones, donde vemos claramente que vamos hacia un mundo regionalizado.
Con China como país que mantiene el mayor intercambio económico con todos los países del planeta; la pujanza de India que ya se ha convertido en el país más poblado del mundo; el desplome económico y energético de la UE que evidencia sus debilidades de autonomía; la pujanza que está tomando y va a incrementar Latinoamérica como eje de referencia internacional; con la segura ampliación de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica); con el gran peso humano de África que con muchas dificultades comienza a despertar, con todo esto la regionalización del mundo es evidente. Pero ante este hecho el centralismo occidental va a oponer fuertes resistencias reclamando su hegemonía que se le escapa poco a poco… Esa hegemonía la lidera EE. UU. que se niega a dejar el rol de policía del mundo, reactivando una OTAN que hace menos de dos años estaba pronta a la defunción con su salida estrepitosa de Afganistán…
La nueva regionalización va a producir graves fricciones con el modelo anterior, de carácter imperialista, donde occidente pretendía controlarlo todo. En el futuro van a ser la capacidad de negociación y los acuerdos los que van a delinear el mundo. La vieja forma, la anterior forma de resolver las diferencias mediante las guerras va a quedar para los regímenes primitivos y atrasados. El problema es que alguno de ellos tiene armas nucleares. Por eso es urgente que se extienda el TPAN y simultáneamente que se aprenda a resolver los conflictos de forma negociada y pacífica. Cuando esto se logre a nivel planetario entraremos en otra era para la humanidad.
Para ello tendremos que reformular unas Naciones Unidas con mecanismos más democráticos sin los privilegios del derecho a veto que tienen algunos países.
¿Como se consigue el cambio?… con movilización ciudadana.
Pero ese cambio importante y necesario no se va a producir solo porque los gobiernos, las instituciones, representantes de los ciudadanos, los partidos u organizaciones lo impulsen, se va a producir porque los ciudadanos, de una manera clara y sostenida, se lo exijamos. Y esto no va a ser solo poniéndonos detrás de una bandera, ni acompañando una manifestación, asistiendo a un mitin o conferencia. Aunque todas esas acciones van a servir y serán de mucha utilidad, la verdadera fuerza va a venir de cada ciudadano, de su reflexión y convicción interior. Cuando en su tranquilidad, en su soledad o en compañía, con su familia, mire a sus seres queridos y comprenda la situación de gravedad en la que estamos. Mire a sus hijos, sus nietos y comprenda que algo tiene que hacer dada la situación… Puede ir más allá, puede mirar a la historia del hombre y fijarse en los miles de años, en la cantidad de guerras, de retrocesos y también de avances que ha realizado el ser humano, pero sabe que ahora es una situación nueva, distinta. Ahora, por primera vez en la historia, está en juego la supervivencia de la especie… Y frente a eso debe preguntarse ¿qué puedo hacer yo?…
Si cada uno profundizamos en nosotros, seguro que van a aparecer respuestas. Sera algo muy sencillo y conectado con uno mismo, pero tendrá que tener varios elementos para que sea efectivo: lo que cada uno haga tiene que ser público, que otros lo vean, tiene que ser permanente, repetido en el tiempo (puede ser muy breve 15´ o 30´ a la semana, pero todas las semanas), y ojalá sea escalable, es decir, que contemple que hay otros que pueden sumarse a esa acción.
Pasemos a la acción
Con que el 1% de los ciudadanos del planeta se movilice claramente en contra de las guerras y a favor de la resolución pacífica de las diferencias, generando acciones ejemplarizantes y escalables, las bases para producir los cambios estarán puestas. ¿Seremos capaces?
Convocaremos a ese 1% de la población para hacer la prueba.
El hombre ha avanzado desde el código Hammurabi que a su vez fue un avance respecto a épocas anteriores. Ese código hablaba del “ojo por ojo”. Pero también del derecho a la proporcionalidad de la respuesta. Tenías derecho a cortarle la mano si él lo había hecho contigo, pero no más… No tenías el derecho a matarlo.
Eso fue un avance respecto del mundo anterior y ha ido cambiando a mejor. Hoy en casi todas las sociedades del mundo la penalización de un delito no la ejerce el que lo sufre, sino que se deja en manos de la justicia. Eso está aceptado dentro de todos los pueblos y países. Habrá una objeción sobre si la justicia es equitativa, si proporcional y si es justa. Seguro que hay que mejorarla y perfeccionarla. Pero en general es un avance a etapas anteriores y al “ojo por ojo, y diente por diente”… Creo que hemos resuelto lo más complicado. Lo que queda es más simple.
Pero esto que está implantado en todos los países, no lo está a nivel internacional… No hay control ni justicia en ese nivel. Si un país poderoso invade a uno pequeño, no hay nadie que le pueda detener… Como en el Vietnam, Irak, Afganistán, Siria, entre muchos otros y el ultimo Ucrania…
La guerra es un arrastre de la prehistoria humana y puede acabar con la especie.
Vamos a trabajar para que eso no suceda.
Ese va a ser el eje de la 3ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia: mostrar los grandes beneficios que tendría la humanidad por eliminar definitivamente esa amenaza y dedicar todos esos recursos al progreso humano… Gracias»
Al final del evento Rafael de la Rubia aprovechó para hacer entrega a la diputada Silvia Roggiani del libro de la 1ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia para que fuera depositado en la Biblioteca del Congreso de Italia.