El regalo de Zelensky para Biden en el inicio de la campaña presidencial: la Corte Suprema de Ucrania cerró el caso contra el administrador de Burisma Group y no tiene más acusaciones contrala gerencia de la empresa.
Las acciones de la Procuraduría de Ucrania y las instancias judiciales con respecto a la compañía extractora de gas Bursima Group han llamado la atención de la prensa y los políticos estadounidenses por su inmenso parecido con Watergate. La razón, por supuesto, no está en los dudosos contratos de la empresa ni en las violaciones a las leyes de protección del medio ambiente, sino en que, desde mayo de 2014 hasta mayo de 2019, Hunter Biden, hijo del entonces Vice-Presidente y actual presidente de EEUU, hizo parte del Consejo Directivo de la empresa. Hunter llegó a Burisma durante la crisis que esta tuvo con la justicia, en concreto, cuando sus activos fueron bloqueados por Gran Bretaña. (https://www.theguardian.com/world/2017/apr/12/the-money-machine-howahigh-profile-corruption-investigation-fell-apart). A principios de 2015 la Fiscalía de Ucrania decretó una orden de detención por enriquecimiento ilícito contra el dueño de la compañía, Nikolay Zlochevski. A finales del mismo año, el Vice Presidente Joe Biden, tan adepto a la democracia y a la idea de una economía transparente, chantajeó al entonces presidente ucraniano, Petro Poroshenko, con un crédito por un billón de dólares exigiéndole despedir al Fiscal General Víktor Shokin. «Nos vamos dentro de seis horas. Si el fiscal no ha sido despedido todavía, usted no obtendrá su dinero». De esta forma describió la conversación el mismo Biden (https://www.cfr.org/event/foreign-affairs-issue-launch-former-vicepresident joe-biden) .
Semejante comportamiento de Biden le jugaría a él mismo más tarde una mala pasada, pues sería la razón por la que la Comisión de Investigación del Congreso de EEUU levantara una investigación en su contra. Sobre esto hablaremos más adelante.
En junio de 2020 tres personas fueron detenidas in fraganti en Kiev intentado sobornar a la dirección de NABU (Oficina Nacional Anticorrupción por sus siglas en ucraniano) y SAP (Fiscalía Especial contra la Corrupción) (https://nv.ua/ukraine/politics/vzyatka-6-millionovdollarov-dlya-nabu-video figuranty-vse-podrobnosti-novosti-ukrainy50094230.html).
Las fotografías de los dólares en bolsas de plástico transparentes fueron publicadas en todos los medios de comunicación de Ucrania e incluso difundidas por el resto del mundo. Dicho soborno tenía la intención de cerrar el caso penal contra el exministro de Ecología, Nikolay Zlochevski, dueño de Burisma Group. En el nuevo caso penal, el de soborno a empleados del estado, figuraban: el primer subdirector de la Inspección Central de Impuestos de Kiev, Nikolay Iliashenko, el director del departamento legal de la empresa Burisma, Andrey Kicha y la ex jefa de uno de los departamentos del Servicio Fiscal de la Nación, Elena Mazurova.
La corte más leal del mundo
A pocas semanas del lanzamiento oficial de Joe Biden Junior como candidato en las elecciones presidenciales para su segundo periodo, la Corte Suprema contra la Corrupción en Ucrania confirmó el acuerdo entre el acusado Andrey Kicha y la Fiscalía Especial Anticorrupción. De esta forma, Kicha fue declarado culpable por intento de soborno a un empleado del estado (parte 5, artículo 27, parte 4 artículo 369 del Código Penal de Ucrania) y condenado a cinco años de prisión. Pero, gracias a un acuerdo, se le redujo la pena a un año de libertad condicional. Además, las condiciones del acuerdo fueron que Kicha cooperara con la parte acusadora y transfiriera 100 millones de grivnas (2.7 millones de dólares) a la cuenta de la compañía de captación de fondos, la plataforma United24, que reúne fondos de ayuda para las Fuerzas Armadas de Ucrania. (https://hromadske.ua/ru/posts/popytka-podkupa-antikorrupcionerov zadollar6-mln-eks-menedzher-burisma-priznal-vinu-i-dolzhen-zaplatit-100- mlngrn-na-vsu)
Pero, ¿cuál fue la razón de tan poco usual condena? Nuestras fuentes en las fuerzas del orden del país afirman que la decisión del Colegio de la Corte Superior Anticorrupción (VAK) fue tomada por una orden previa de Zelenski. Pero más allá de eso, fueron ejecutadas ciertas acciones para esconder el material de la investigación. El inculpado, Kicha, fue juzgado, pero de hecho no fue castigado. Además, los 100 millones de ghryvnyas (aprox 2.725.000 dólares) que debía entregar al fondo de Zelenski no eras de sus cuentas personales. Sin embargo, esta parte no fueron del interés ni de las fuerzas del orden ni de la corte.
La orden del presidente fue cumplida. Para el público y la prensa se dio un comunicado, pero ni los hechos ni los protagonistas del caso fueron abiertamente denunciados y la investigación, por supuesto, no condujo a ningún lado.
Mientras tanto en el Congreso…
Hace tiempo que Hunter Biden estaba ya en la mira de los periodistas estadounidenses. Ya habían denunciado su dependencia de las drogas, al igual que sus intereses en negocios en Ucrania y China. Recordemos que el primer proceso de destitución al expresidente Donald Trump estuvo ligado con una llamada telefónica en la que presionaba al presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, para que empezara la investigación con respecto a los Biden.
Desde el otoño de 2022, cuando los republicanos obtuvieron la mayoría en las elecciones para la Cámara de Representantes en EEUU y pudieron así controlar los comités de investigación, la atención hacia Hunter Biden aumentó, pues los miembros del Congreso empezaron a investigar sus relaciones comerciales para aclarar si había habido alguna influencia en las decisiones de Joe Biden como presidente o como vicepresidente. Hunter Biden también figura en algunas de dichas investigaciones penales.
James Comer, congresista de Kentucky y nuevo presidente del Comité de Control de la Cámara de Representantes, declaró en octubre de 2022 que el comité no perseguía a Hunter Biden por razones políticas. «Nosotros investigamos el caso de Hunter Biden pues creemos que representa una amenaza para la seguridad nacional y tememos que ha podido comprometer a Joe Biden», declaró Comer. (https://time.com/6218879/hunter-biden-investigations-james-comer houserepublicans/)
El tres de abril de 2023 en una entrevista al canal Fox, James Comer destacó su preocupación con respecto al documento que Hunter Biden había enviado a la dirección de Burisma en Ucrania. «Era un documento que pertenecía al estado y estamos preocupados de que fuera un documento secreto», dijo el senador.
El Comité Jurídico de la Cámara de Representantes, encabezado por el congresista de Ohio Jim Jordan, realiza su propia serie de audiencias por el caso Hunter Biden. En particular, Jordan y su colega republicano, Mike Turner, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, investigan conjuntamente el origen de las cartas publicadas por New York Post unas semanas antes de las elecciones de 2020 y que fueron presentadas como material del computador portátil de Hunter Biden. (https://nypost.com/2020/10/14/email-revealshowhunter-biden-introduced-ukrainian-biz-man-to-dad/)
En estas cartas figuraba el nombre del empresario ucraniano Vadím Pozharski, consejero del director de Burisma Group. Pozharski, en 2015, agradeció a Hunter Biden que hubiera organizado un encuentro con el entonces vicepresidente de EEUU Joe Biden y declaró que «está muy contento y se siente muy halagado por haber tenido la oportunidad de pasar un tiempo con su padre (de Hunter) en Washington».
Los congresistas quieren aclarar si el portatil que recibieron los periodistas de New York Post es de propiedad de Hunter y si las cartas que contiene son reales. También los políticos tienen varias preguntas para los empleados de Twitter en cuanto al hecho de que en octubre de 2020 los directores de dicha compañía bloquearon temporalmente la posibilidad de que los usuarios pudieran publicar y hacer retwits del artículo de este medio sobre los negocios de Hunter Biden en Ucrania. La prohibición duró dos días, justamente durante la fase más activa de la campaña electoral para presidente de EEUU.
Pero por ahora, el Congreso no se ha interesado en los fraudes financieros del hijo del presidente, aunque la Fiscalía de Ucrania ya en 2014 tenía documentos sobre la operación ilegal de la venta del centro de almacenamiento de gas en Khersón y sobre el dinero pagado a los miembros del Consejo Directivo de Burisma, que obtenido de forma criminal. (https://www.unian.info/politics/10709259-ukraine-starts-legal-due diligenceof-case-of-hunter-biden-related-burisma-riaboshapka.html)
La agencia Reuters informó sobre una suma de 3,4 millones de dólares pagados a la compañía Rosemont Seneca que representaba los intereses de Hunter Biden durante el periodo de abril de 2014 hasta noviembre de 2015. La forma en que se hicieron los pagos fue por «servicio de consulta», lo cual deja un buen espacio para suponer el valor de Hunter en el marco de la compañía extractora de gas y el rol de su padre en defensa de los intereses de Zlochevski. (https://www.reuters.com/article/us-hunter-biden ukraineidUSKBN1WX1P7)
El silencio como la mejor arma de publicidad
Después de lo que ya ha sido comentado, dicho, escrito y publicado sobre los intereses de la familia Biden en el extranjero, y también considerando las investigaciones realizadas por los republicanos, lo más conveniente para la carrera política de Joe Biden en el futuro, ha sido el silencio de la parte ucraniana con respecto a todo el escándalo de Burisma, los sobornos y las actividades de Oficina Nacional Anticorrupción Ucraniana.
Lo más probable es que, considerando los errores propios y los de Trump, el actual presidente de EEUU no exprese ninguna exigencia hacia Zelenski públicamente. Sin embargo, ahora que se libra una guerra a gran escala contra Rusia y mientras Ucrania dependa de los EEUU y de sus aliados practicamente en todo, la corte de Ucrania cierra el caso penal ligado con Hunter y permite al acusado evadir su responsabilidad, Fiscalía Especial contra la Corrupción publica un victorioso comunicado de prensa sobre 100 millones de grivnas entregadas a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Es una suerte increíble para el candidato por el partido demócrata de 84 años y para el perseguido exministro Zlochevski, que también ha tenido un poquito de suerte.
Por Sergei Shevchuk, politologo ucraniano