En lo que parece augurar un nuevo momento en Oriente Medio, continúa la ola de reencuentros entre naciones anteriormente distanciadas y enfrentadas.
El canciller de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, llegó este martes a Damasco y se entrevistó con el primer mandatario de la Nación, Bashar Al Assad. La visita es la primera que realiza un ministro de relaciones exteriores a Siria desde hace una década y se enmarca en el proceso de normalización de las relaciones entre ambas naciones luego de la guerra civil que destrozó el país.
Arabia Saudí cerró su embajada en Damasco y retiró a todos los diplomáticos en marzo de 2012. Sin embargo, los dos países acordaron el mes pasado reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas después de Eid al-Fitr, que marca el final del mes de ayuno del Ramadán, según informó HispanTV.
Es un paso hacia la reincorporación de Siria a la Liga Árabe, que vienen promoviendo los gobiernos jordano y argelino. En el mismo sentido la monarquía saudí invitaría a Siria a la próxima cumbre de la articulación que nuclea a 28 países árabes, a celebrarse en Mayo en Riad.
El proceso de acercamientos ha cobrado un fuerte impulso desde la reanudación de lazos entre Irán y Arabia Saudita, bajo la mediación de China, que ahora se propone acometer la paz entre palestinos e israelíes, un esfuerzo fundamental para que la región avance hacia nuevos horizontes de creciente reconciliación.
Así lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, quien alentó tanto a Israel como a Palestina «a mostrar valentía política y tomar medidas para reanudar las conversaciones de paz».
El Gobierno de Beijing está listo para proporcionar ayuda a ese fin, indicó el consejero de Estado, en una comunicación telefónica con el canciller israelí, Eli Cohen.
Todos estos gestos muestran señales auspiciosas de que los pueblos pueden comenzar a recorrer nuevos caminos, dejando tras de si prehistóricas violencias.