Con motivo de su reciente visita a Somalia, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, junto al presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, han hecho un llamado urgente de solidaridad con este país africano que enfrenta cinco años de sequía y, con ella, dificultades de todo tipo.

Durante su reunión en Mogadiscio, capital Somalí, Guterres explicó la gravedad de la crisis somalí, tanto por la situación alimentaria como por la de seguridad y la urgencia de la contribución masiva de toda la comunidad internacional para apoyar los esfuerzos que, de acuerdo con el Secretario General, el gobierno somalí viene haciendo en pro de la paz y la seguridad de la población.

Somalia vive clara y dramáticamente las consecuencias del cambio climático, sin que sea un país que contribuye al mismo. Es indispensable contribuir a la estabilización y desarrollo del país, indicó Guterres.

El Plan de Respuesta Humanitaria convocado por la ONU busca recaudar 2600 millones de dólares que permitirían la asistencia a casi ocho millones de personas, en una país en el que la desnutrición y los desplazamientos aumentan día a día, además de encontrarse al borde una hambruna general. De este monto se ha logrado recaudar apenas un 15%.

«Somalia encarna el eterno mensaje de renovación y esperanza del Ramadán. En estos tiempos difíciles, quiero elogiar su energía y resistencia, y reiterar el apoyo inquebrantable de las Naciones Unidas», afirmó Guterres.