El mundo dispone de un plazo de siete años para proteger adecuadamente sus recursos de agua dulce y los datos disponibles muestran que lo que se hace no basta, indicó un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) divulgado este viernes 17.
“Siete años: es todo el tiempo que tenemos para transformar nuestro mundo protegiendo y ampliando nuestros recursos hídricos, garantizando agua limpia y saneamiento, ecosistemas acuáticos sanos y los demás objetivos de desarrollo”, dijo Jian Liu, director de la División de Alerta Temprana y Evaluación del Pnuma.
El informe, “Midiendo el progreso: los ecosistemas relacionados con el agua y los Objetivos de Desarrollo Sostenible” analiza los datos disponibles, relacionados con el ambiente, sobre 92 indicadores de esos ODS, fijados como su agenda hacia el año 2030 por las Naciones Unidas.
Su principal conclusión es que el mundo no va por buen camino para alcanzar esos ODS concebidos para mejorar la existencia humana y demás formas de vida en el planeta, y en este caso la situación de los sistemas acuáticos.
Sin embargo, hay avances hacia su consecución y se han duplicado los datos disponibles para analizarlos, lo que mejora la capacidad de los países para monitorizar los progresos.
El reporte indica que 38 % de los 92 indicadores-los más relacionados con el ambiente entre los 231 que miden la marcha de los ODS- señalan una mejora medioambiental, sólida en comparación con apenas 28 % en 2020.
Al mismo tiempo, 21 % de los indicadores registró cambios negativos o ningún cambio, y para 41 % se carece de datos suficientes.
Para colmar la falta de cifras, el Pnuma insta a los gobiernos a reforzar su capacidad estadística en relación con el medio ambiente, y a promover el uso de fuentes de información no tradicionales, como los macrodatos y la llamada ciencia ciudadana.
“Los países deben aumentar la inversión en la disponibilidad de datos, para que las decisiones no se tomen en la oscuridad y la formulación de políticas no se deje al azar”, subrayó Jian.
La disponibilidad mundial de datos aumentó de 34 % en 2018 y 42 % en 2020, a 59 % en 2022. Sin embargo, “es importante señalar que estas tendencias positivas están lejos de ser suficientes para alcanzar los objetivos para 2030”, insistió el responsable del Pnuma.
El documento se publica una semana antes de la Conferencia sobre el Agua 2023 y con vistas a la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de septiembre en Nueva York, que marca el ecuador de la aplicación de la Agenda 2030 acordada en 2015.
Durante la Conferencia se pedirá que se asuman compromisos audaces para acelerar el progreso en el ODS6, “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, y otros relacionados con el agua.
Se incluirá en el requerimiento un mayor acceso a los datos y la información, y un mayor uso de la contabilidad económica y ambiental para avanzar en la financiación y protección de los humedales y otras masas de agua.
Para ello se requerirá la inclusión de esos apartes en las cuentas financieras y en general en todas las cuentas nacionales de cada país.
El informe aboga por un enfoque intersectorial, pues insiste en que el tema agua es fundamental para la consecución del conjunto de los ODS, como erradicar el hambre y la pobreza, salud y bienestar, energía asequible y no contaminante, y tener ciudades y comunidades sostenibles.
Recomienda políticas integrales sobre el agua, relacionándola con la naturaleza, con prioridad sobre su gestión en silos.
“Eso permitiría disponer de infraestructuras hídricas adecuadas en las zonas urbanas, mitigar la contaminación del aire, el agua y el suelo, proteger la biodiversidad y la seguridad alimentaria, así como las materias primas que alimentan el crecimiento económico”, expuso el informe.