Los partidarios de la campaña antibelicista expresan su negativa al paso de los convoyes militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos por la República Checa.
“El convoy militar (…), en tres partes, entrará el país rumbo a Polonia. Ellos pasarán dos noches en cuatro ciudades checas, organizarán actividades para impresionar a los residentes (…) para demostrar su poderío militar”, acotó Tania Bednarova de la Organización Mundo Sin Guerras, que convocó esa movilización para el fin de semana.
Recordó que la última vez que semejantes vehículos blindados de un ejército foráneo pasaron por el territorio checo fue en 1968, cuando las fuerzas de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) llegaron para eliminar los intentos de alcanzar la democracia en el país.
Si la Alianza Atlántica, verdaderamente, desea establecer la seguridad en el mundo, ha de hacerlo con la participación de China y Rusia pues, a su juicio, así se reducen todas las tensiones militares y se crea la paz.
Los partidarios de esta campaña temen que la vuelta de las tropas a su base original se convierta en un “desfile de victoria”.
La semana pasada, el Gobierno checo autorizó el paso por su país, ubicado en Europa Central, sin haberlo discutido en el Parlamento.
El traslado de 118 vehículos blindados modelo Stryke, y 516 efectivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos, tendrá lugar entre el 29 de marzo y el 1 de abril, al considerar que la República Checa es la vía más corta entre Alemania a Polonia.
La campaña llamada “¿Tanques? ¡No, gracias!” (Tanks? No thanks!), comenzó en Facebook para informar a la nación sobre las razones de que semejante espectáculo teatral no reducirá las tensiones creadas entre Europa y Rusia, por la crisis de Ucrania.
La OTAN ha lanzado varias maniobras militares en Estonia, Letonia y Lituania para demostrar su poderío militar a Rusia y pretende realizar actividades bélicas semejantes en Rumania y Bulgaria dentro de unas semanas.
Las relaciones entre Moscú y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y tras la reincorporación, en marzo del pasado año, de la península de Crimea (al sur de Ucrania) a Rusia, mediante un referéndum.
Alegando la implicación de Moscú en el conflicto ucraniano, la OTAN ha realizado varias maniobras militares, y la UE y Estados Unidos han impuesto varias rondas de sanciones económicas y políticas.
Por su parte, Rusia rechaza las acusaciones en su contra y restringe las importaciones agroalimentarias procedentes de los países sancionadores.