El uruguayo Luis Almagro, secretario electo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), anticipó en una entrevista publicada deste domingo que cuando asuma el cargo trabajará para que Cuba «pueda integrarse plenamente al ámbito interamericano» y también para facilitar «un diálogo ordenado» entre todos los sectores de la sociedad venezolana.

«Creo que acercar a Cuba a la OEA sería bueno para todos los países miembros por lo que este país puede aportar en varias áreas de la agenda de desarrollo, pero al mismo tiempo no hay que forzar los tiempos ni los procesos», afirmó Almagro, elegido el miércoles pasado para reemplazar al chileno José Miguel Insulza, en una entrevista realizada por el diario El Tiempo de Colombia.

Cuba fue expulsada del organismo en enero de 1962, años después del triunfo de la Revolución Cubana, liderada por Fidel Castro, un proceso que también motivó el bloqueo de Estados Unidos -principal financiador de la OEA- contra la isla.

«Hay un diálogo bilateral en curso entre Cuba y Estados Unidos, es algo histórico, como también lo es la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas (en abril). Yo trabajaré en la dirección de que Cuba pueda reintegrarse plenamente al ámbito interamericano pero los ritmos estarán condicionados a viabilizar ese reencuentro», explicó Almagro.

Sobre las recientes sanciones aplicadas por Estados Unidos a Venezuela y el decreto firmado por Barack Obama en el que consideró a la situación en esa nación como «una amenaza», el excanciller uruguayo dijo que «son parte de una decisión soberana, sin duda. No creo, sin embargo, que contribuyan a generar el necesario clima de diálogo entre todos los sectores de la sociedad venezolana, incluidos la oposición y el gobierno, algo necesario en el actual contexto de polarización que vive el país».

«En Venezuela es esencial respetar el ordenamiento democrático institucional del país, evitar cualquier tipo de aventura antidemocrática, y facilitar un dialogo ordenado entre todos los sectores de la sociedad, incluidos gobierno y oposición a partir de buscar puntos mínimos de acuerdo y así generar confianza mutua. La OEA puede colaborar. Yo trabajaré en esa dirección cuando asuma el cargo», manifestó Almagro.

Como lo hizo en su discurso de posición, el diplomático enfatizó que no le interesa «ser el administrador de la crisis de la OEA, sino el facilitador de su renovación» con miras a que el organismo pueda «acercarse a la nueva realidad del hemisferio» y ubicarse en las problemáticas del siglo XXI.

La OEA, creada en 1948, está integrada por 34 países de América Latina y el Caribe (excepto Cuba) más Estados Unidos y Canadá.

El 3 de junio de 2009, los cancilleres de las Américas adoptaron una resolución para dejar sin efecto la decisión tomada en 1962 relativa a la expulsión de Cuba, aunque el país no se ha reintegrado al organismo.