La protesta
El Estado Provincial de Jujuy ha cometido todo tipo de violaciones a los Derechos Humanos en nuestro Territorio Comunitario de Caspala (Departamento Valle Grande). Los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) han tejido una compleja trama para tomar nuestras tierras bajo la excusa de utilizarlas en “fines sociales”. El pensamiento, el método y las formas utilizados por el Estado Jujeño en Caspala se contradicen mucho con la democracia y el respeto a los derechos humanos en Pueblos Indígenas. Por ello, el Gobierno Provincial ha omitido la participación, consulta y consentimiento (Art. 75 Inc. 17 CN y Ley 24.071) de la Comunidad de Caspala. Así también, ha instalado un sitio policial en todo el Pueblo seguido de continuas maniobras violentas de hostigamiento y persecución, entre otros procederes ilegales. Tratos crueles e inhumanos.
Ante ello, hemos realizado todo tipo de denuncias ante las mismas instituciones estatales que diariamente violan nuestros derechos. Por supuesto, sin resultado alguno.
Por lo que en esta ocasión marchamos en señal de protesta desde nuestro territorio de Caspala, pasando por los valles orientales, hacia la ciudad de San Salvador de Jujuy. Con la ilusión de que el Pueblo jujeño y argentino escuche todas las injusticias contra nuestras familias indígenas. Con la esperanza de que los funcionarios estatales reflexionen y ya no nos hagan más daños. Como siempre, nuestra protesta será en Paz.
El problema
Hace casi 3 meses el Estado Jujeño ha tomado y sitiado el Pueblo de Caspala imponiendo un cierto terrorismo de Estado con el “objetivo” de “construir” una escuela secundaria y una cancha de fútbol (luego han sumado un centro de la cultura o algo así).
- Primero, el Gobernador ha tomado por asalto nuestra Cancha de deportes y espacio cultural y social para “construir la escuela secundaria”. Es un espacio de uso común y comunitario que pertenece a una de las familias de la Comunidad de Caspala. El Gobierno ha usurpado para dejarnos sin un espacio de deportes a la comunidad.
- Segundo, el Gobernador Morales, la Legislatura y la Justicia han expropiado y tomado por asalto un lote de la familia Cruz-Chapor para erigir una cancha de fútbol. Han destruido y saqueado sus sembrados y zonas de pastajes familiares, han derribado árboles autóctonos. Y pretenden expulsar a la calle una familia con siete hijos (tres de ellos menores). Esos niños indígenas viven atemorizados en lo poco que les queda.
- Tercero, sin escuchar las advertencias y las súplicas de la Comunidad de Caspala, los operarios de Morales –a sabiendas– destruyeron un Antigal (lugar sagrado). En donde ahora, para disimular su inoperancia, los funcionarios intentan hacer un centro de interpretación de la cultura en dicho lugar. Una vez más, sin respetar los derechos de la Comunidad, sin respetar el derecho a la identidad y el derecho a la espiritualidad.
- Cuarto, todas estas maniobras han sido apoyadas por los distintos Ministerios (Educación, Cultura, Seguridad, Salud) de la Provincia de Jujuy y, especialmente, la Comisión Municipal de Caspala. Así, muchos indígenas sufren la persecución y hostigamiento diarios (sumarios, sanciones, despidos, despojos) de dichas instituciones.
La solución
No era necesario montar una trama de violencia para solucionar el problema de la ubicación de la Escuela Secundaria en Caspala. La misma Comunidad y la Comisión Municipal lo tenían resuelto desde 2015. Cuando se entrega al Estado Provincial (Decreto Municipal N° 89/2015) un lote de amplias dimensiones para la construcción de dicha escuela. El Gobernador, sin explicitar razones, se rehúsa a construir la escuela secundaria en dicho lote.
No era necesario tomar por la violencia tierra ajena al Estado para construir una escuela. No era necesario destruir nuestra cancha de deportes para erigir una escuela.
No era necesario expropiar tierras a una familia indígena para hacer una cancha de fútbol. Menos aún un centro de cultura o lo que se pretenda.
Nosotros, la Comunidad de Caspala ya teníamos y tenemos una cancha de deportes. Y ya tenemos el lugar para erigir la escuela secundaria. Es más, si el objetivo es hacer obras de bien en Caspala, podríamos trabajar con el Estado para mejorar nuestra cancha de fútbol y para erigir la escuela secundaria en el terreno ya donado al Estado. Y problema solucionado.
¿Por qué tanta violencia, entonces?
Es algo que todavía no comprendemos. Tal vez, el interés en nuestros territorios indígenas no sea solo una escuela o una cancha de fútbol. Tal vez haya otros intereses. Como el negocio del turismo y el saqueo de los recursos naturales (uranio, oro, hierro, cobre, petróleo, gas). Tal vez toda esta violencia sea un preludio de despojos, usurpaciones y violencias futuras. La codicia del Estado Jujeño por los bienes ajenos no parece terminar todavía en nuestro territorio de Caspala.
Territorio de la Comunidad de Caspala, Febrero 13 de 2023