Argentina y América Latina no piensan enviar armas a Ucrania ni a ninguna otra zona de conflicto, afirmó el Presidente argentino, Alberto Fernández, en una rueda de prensa en Buenos Aires tras reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Las declaraciones de Fernández se producen tras la petición del Pentágono a varios países latinoamericanos en posesión de armas de fabricación rusa para que las envíen a Ucrania a cambio de nuevo armamento estadounidense.
Hay nueve países en total:
Argentina
Brasil
Colombia
Cuba
Ecuador
México
Nicaragua
Perú
Venezuela
Aparentemente se trata de una maniobra desesperada, aunque no hay confirmación de que la petición se haya hecho también a La Habana, Managua o Caracas, sometidas desde hace décadas a los inhumanos bloqueos unilaterales de Washington. Esto es poco probable, aunque en situaciones de guerra cabe esperar cualquier movimiento. Mientras tanto, el Pentágono ya ha aceptado un no por respuesta de Brasil y Colombia, el único país de Latinoamérica que fue socio estratégico de la OTAN, pero que ha cambiado de rumbo desde que gobierna el progresista Gustavo Petro.
«No ayudaré a ningún país a prolongar la guerra», tuiteó el presidente colombiano en respuesta a algunas críticas.
El rechazo de Brasilia se produjo el 27 de enero y siguió al de Bogotá, aunque, según uno de los principales órganos de información carioca, A Folha de Sao Paulo, el presidente Luis Ignacio da Silva tomó la decisión el 20 de enero, durante su reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa, José Mucio, en vísperas de la destitución del comandante del ejército, Julio Cesar de Arruda.