El presidente español rechazó la propuesta catalana de un nuevo pacto fiscal que le daba más autonomía a la región. El representante catalán dijo que ahora todo puede pasar y rechazó «las presiones» y «el miedo».

El presidente regional de Cataluña, Artur Mas, aseguró hoy que el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, rechazó negociar su propuesta de pacto fiscal, con lo que “se perdió una oportunidad histórica para el entendimiento entre Cataluña y España”.

Tras dos horas de reunión con Rajoy en el Palacio de La Moncloa –sede del Ejecutivo central- Mas afirmó que la respuesta fue franca: “No hay margen para negociar, ni hoy, ni mañana, ni dentro de tres o cuatro meses”.

“No hay acuerdo, me voy triste”, sostuvo Mas en conferencia de prensa en la delegación de la Generalitat -gobierno catalán- de Madrid.

El sesgo soberanista que tomó Cataluña en la última semana se convirtió en un problema político de primera magnitud, a tal punto que el rey Juan Carlos decidió intervenir esta semana haciendo un llamado a la unidad de España y alertando que «lo peor es perseguir quimeras y alentar disensiones».

En medio de una gran expectativa, Rajoy recibió a Mas en las escalinatas de La Moncloa. Después del extenso encuentro, el dirigente catalán compareció solo ante la prensa.

“Era importante que se abriera una puerta clara para hablar a fondo del pacto fiscal, una aspiración ampliamente compartida en Cataluña, no solo por un tema de dinero sino por una aspiración a un estatus diferente en el conjunto del Estado, acorde con nuestra identidad”, explicó el presidente de la Generalitat.

Pero ahora “no tiene sentido obcecarse en un camino que está cerrado», reflexionó Mas, quien a partir del rechazo a su propuesta dejó abierta la puerta a un adelanto electoral en Cataluña.

“Hay preguntas que hoy no tienen respuestas”, dijo respecto a los eventuales comicios regionales y sobre el camino que seguirá Cataluña en el futuro, aunque reconoció que «todas las opciones están sobre la mesa».

Después del «no» de Rajoy, Mas afirmó que se abre «un debate en Cataluña, una reflexión a fondo y serena» para tomar «decisiones» a partir de la semana que viene, cuando tendrá lugar un debate de política general en el Parlamento regional.

“La situación es delicada para improvisar”, argumentó el presidente catalán, quien dijo que si se hubiese encontrado una puerta abierta la hubiese aceptado porque «la voluntad de Cataluña es el acuerdo, el pacto».

Mas constató lo que ya era una evidencia, que el presidente del gobierno español, del derechista Partido Popular (PP), no cederá soberanía fiscal a Cataluña, porque cree que sería la puerta hacia la independencia.

Como ya había adelantado en la víspera de la reunión, Rajoy advirtió a Mas que su propuesta de pacto fiscal “no es compatible con la Constitución”, según un comunicado publicado por La Moncloa después de la crucial reunión.

Además, el presidente del gobierno expresó a “su convicción de que la gravísima crisis actual se superará desde la corresponsabilidad y la cohesión, nunca desde la división o la inestabilidad institucional”.

En cambio, el gobierno catalán cree que el pacto fiscal -similar al concierto económico del País Vasco-, que implica la creación de una Hacienda propia que recaude todos los impuestos y la posterior contribución al Estado por servicios prestados, si cabe en la Carta Magna, aunque desde una interpretación «abierta».

Rajoy le ofreció a Mas hablar el próximo año sobre una mejora de la financiación autonómica, pero éste recordó que «Cataluña no puede con mucho cubrir los objetivos a los que aspiramos como nación y como pueblo”.

El político nacionalista dejó claro que la Constitución española de 1978, que se elaboró hace más de 30 años, a tres años de la muerte del dictador Francisco Franco, no puede ser nunca un techo para las aspiraciones del pueblo catalán.

“Hay pueblos, como Cataluña, que se sienten nación y esto no lo van a cambiar por una Constitución, ni por declaraciones por muy alto rango que tengan, ni por presiones ni metiendo miedo. No lo cambiaron ni las dictaduras», sentenció.

El nacionalista moderado Mas ya se había mostrado partidario de avanzar hacia la independencia en el pasado, pero no fue hasta después de la masiva marcha separatista del 11 de septiembre en Barcelona, potenciada por la crisis económica, que se puso al frente de este histórico reclamo.

Cataluña, la comunidad más rica de España y a la vanguardia de los recortes, se vio obligada a pedir recientemente un rescate al gobierno español para evitar el default, una situación de la que el gobierno regional culpa al central debido a que hizo caer el grueso del ajuste fiscal sobre las comunidades.

En un terreno abonado por la crisis, esta idea, y la convicción de que Cataluña aporta más de lo que recibe de España, parece estar calando en la sociedad.

 

Cecilia Guardati