La oenegé Human Rights Watch (HRW) denuncia que los refugiados rohingyas son sometidos a abusos policiales en Bangladés, donde se instalaron tras huir de la represión en Myanmar.
La organización pro derechosha señalado que el Batallón de la Policía Armada de Bangladés (APBN, en inglés) extorsiona, detiene de forma arbitraria y hostiga a los refugiados rohingyas que viven en los campamentos, como el instalado en el distrito de Cox’s Bazar (sureste).
La seguridad en los campamentos de Cox’s Bazar “se ha deteriorado bajo la supervisión de la APBN debido al aumento de los abusos policiales y la actividad delictiva”, a lo que se suma la violencia ejercida por grupos armados, precisa HRW en un comunicado.
La ONG precisa que los abusos policiales han agravado “el miedo y la vulnerabilidad” de los refugiados rohingyas, que sufren casos de extorsión de sumas excesivas a su situación para evitar el arresto o la liberación de un familiar detenido.
“Las autoridades de Bangladés deben investigar de inmediato las denuncias de extorsión generalizada y detención injusta por parte de agentes del Batallón de la Policía Armada y hacer que todos los responsables rindan cuentas”, ha pedido la investigadora sobre Asia de la organización, Shayna Bauchner.
Entre 2016 y 2017, unos 10 000 rohingyas perdieron la vida y más de 700 000 han huido a Bangladés, cuando el Ejército birmano intensificó sus ataques contra esta población, y quemó cientos de viviendas y aldeas enteras de los musulmanes en el estado de Rajine, según las Naciones Unidas, que considera una “limpieza étnica” el trato que Myanmar brinda a tal comunidad.
En julio, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declaró competente para juzgar el genocidio de la minoría musulmana rohingya por el Gobierno de Myanmar.
Pero, el sufrimiento de esta etnia no ha acabado, las Naciones Unidas advirtieron en octubre de la posibilidad de que ocurriesen más “crímenes atroces” tras el golpe de Estado militar contra la líder de facto, Aung San Suu Kyi