La Coordinación Sociocultural de la Presidencia, liderada por la cientista social Irina Karamanos, cesó en sus funciones el sábado 31 de diciembre.
Ayer sin embargo Karamanos dejó el Palacio de La Moneda luego de reunirse con las ex-primeras damas y ex-directoras socioculturales que habitaran el cargo antes que ella. Parte de esta reunión fue privada, para seguir posteriormente con la participación del equipo de Patrimonio, primer encuentro de un plan para llegar a establecer un espacio donde se recordará a futuro el rol que tuvo la mujer en el Palacio y en su oficina, quiénes fueron las personas que la lideraron y qué cosas hicieron.
Tratándose de un rol dependiente de la forma patriarcal que determina a quienes han asumido esa función, recuperar un reconocimiento a su trabajo, a su aporte, parece un gesto importante que reivindica en parte el esfuerzo desplegado.
Este nuevo proyecto, ahora en manos del equipo de Patrimonio, definirá un espacio en La Moneda y buscará visibilizar el rol de quienes acompañaron la gestión de sus parejas, sin haber sido democráticamente electas ni contar con la idoneidad suficiente para ejercer las tareas profesionales que se les encomendaron en su momento.
De ver la luz el sitio, contará con textos, fotografías y testimonios disponibles para los visitantes donde se relatará la contribución de las mujeres, los planes ejecutados por las primeras damas y datos de esa oficina, que hoy ya es parte de un pasado histórico.
Chile avanza en estos gestos de Irina Karamanos que buscan alivianar el poder, desarmando las funciones innecesarias que han ido quedando obsoletas por el avance las mujeres en todos los campos, por una nueva mirada que asume la paridad en plenitud, como parte de las transformaciones culturales en curso.
A la reunión convocada por Karamanos acudieron Cecilia Morel, esposa de Sebastián Piñera; Luisa Durán, señora de Ricardo Lagos; y Marta Larraechea, cónyuge de Eduardo Frei. Tambień las ex-directoras socioculturales Paula Forttes, María Eugenia Hirmas y Adriana Delpiano. En representación de Leonor Oyarzún, ya fallecida y primera dama luego del retorno a la democracia en el gobierno de su marido Patricio Aylwin, fueron su hija Isabel junto a Sara Aylwin, su nieta, a quienes se les consultó la opinión para el diseño del proyecto con el que se recuerde el rol de la mujer en el palacio de gobierno.