Jóvenes dirigentes sociales y políticos de América Latina y Europa debatieron el sábado 14 de marzo sobre los desafíos de la Nueva Generación ante la disputa del presente, en el marco del cierre del Foro Internacional por la Emancipación e Igualdad, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación en el Teatro Nacional Cervantes.

Durante el encuentro, dialogaron Axel Kicillof, Ministro de Economía y Finanzas Públicas de la Nación Argentina; Camila Vallejo Dowling, diputada y militante activa de las Juventudes Comunistas de Chile; Íñigo Errejón, representante del partido político español Podemos; Marisa Matias, socióloga y política portuguesa, miembro del Parlamento Europeo; Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador; y Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas.

La mesa estuvo moderada por Ricardo Forster, secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional del Ministerio de Cultura de la Nación.

“Muchos de los que son parte de este debate tienen una larga travesía en el mundo universitario, de la academia y de la cultura, y a su vez han entrado profundamente en el apasionante mundo de la política y de la gestión, para luchar desde sus gobiernos o crear, desde la oposición, alternativas para generar cambios populares en países dominados por la derecha”, planteó a modo de introducción Forster, moderador del encuentro.

Kicillof festejó el encuentro de los últimos tres días organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación. “Este foro es un acierto, abre un camino irrefutable. El pensamiento ortodoxo y conservador se sorprende de que podamos juntar tantos pensadores y políticos de todo el mundo”, dijo. Además, evocó la marcha del pasado 1° de marzo como un “aire de continuidad y de comienzo. Aprendan a no dar por muertos a los procesos populares, porque los pueblos luchan, siguen y vencen”.

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El ministro de Economía argentino recordó su primera militancia en el centro de estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires, junto a Mariano Recalde. “Ahí nació y se forjó nuestra generación, una generación que es hija de la vuelta de la democracia, que es parte de la primavera alfonsinista y de las luchas de los años 90. Desde ese momento, no paramos nunca de militar”. Y planteó: “Las generaciones se crean con acontecimientos, y esos acontecimientos tienen siempre un ribete político y económico”.

También recordó la generación forjada en los 90 y las luchas desde la militancia universitaria por la Ley de Educación Superior y proclamó: “Basta de cobrar los bochazos, basta de cobrar los posgrados en las instituciones públicas, basta de una universidad arancelada”.

“Hoy nos encontramos con una nueva generación de jóvenes que se ha forjado al calor del renacimiento de la política que se vive desde el 2003. Aprendimos que el Estado que representa los intereses permanentes de un pueblo, es un poderoso instrumento de emancipación. Hoy en Argentina tenemos un Estado rebelde, autónomo y que lucha contra los poderes preconcebidos y reales. Un Estado que se ha constituido como el principal e histórico instrumento de desarrollo e inclusión social”.

Y auguró: “El crecimiento no es un proceso natural. Se necesita un Estado que se ponga a la cabeza de un programa de transformación de la sociedad, expresando la voluntad del pueblo. Hay un legado, hay mucho camino recorrido, la tarea de seguir transformando la Argentina es una tarea que queda sobre las nuevas generaciones, pero esto es irreversible. Y sépanlo bien: estamos de nuevo juntos. Latinoamérica es una sola”.

En la misma línea, Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas y pre candidato a Jefe de Gobierno por la ciudad de Buenos Aires, ponderó el advenimiento de una juventud organizada. “El proyecto político que encabeza Cristina Fernández de Kirchner ha parido una generación organizada, que es la garantía y es la fuerza que va a permitir que este proceso sea irreversible. Lo primero que hicieron estos gobiernos fue poner a la militancia por delante de la política”, dijo.

“Demostramos que desde el gobierno se podía ser rebelde, se podía enfrentar a los poderosos, se podía defender a las minorías. Que desde un gobierno con coraje no hay corporación que resista. Ese gobierno de transformaciones fue enamorando poco a poco a una generación que desconfiaba de la política», enfatizó. «Pero todavía nos queda mucho por conseguir y por mejorar. No vamos a parar hasta ver una Latinoamérica unida y no vamos a parar tampoco hasta ver una Europa conducida por gobiernos populares de verdad”, finalizó Recalde.

“Increíble lo diametralmente distinto que es el discurso de los medios de comunicación hegemónicos de nuestro país con lo que expresa el pueblo de Argentina”, planteó la diputada chilena Vallejo antes de comenzar su discurso. “Parece que confunden populismo con el empoderamiento del pueblo, porque lo que hay aquí es un nivel de conciencia y de politización admirables”.

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La licenciada en geología y militante de las Juventudes Comunistas de Chile analizó la importancia del trabajo en conjunto e intergeneracional. “Estoy convencida que la lucha no es entre generaciones. Los jóvenes tenemos mucho que aprender de nuestra historia, porque de alguna manera los jóvenes también somos historia. Somos presente, somos futuro. Tenemos que mirar hacia atrás y encontrar herramientas para pensar nuestro presente y transformar nuestro futuro, en conjunto con todos nuestros compañeros y compañeras», mencionó.

«El movimiento que surgió en el 2011 en Chile no fue un movimiento espontáneo ni solo de jóvenes, sino una síntesis de una larga lucha de estudiantes y trabajadores de nuestro país”, contextualizó Vallejo acerca de la lucha que llevó adelante como Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y como vocera de la Confederación de Estudiantes, y que tuvo su foco en la demanda de gran parte del pueblo chileno por una reforma estructural de la Ley de Educación. «Continuamos la lucha que estudiantes, académicos, profesores y sindicatos de trabajadores llevaban adelante desde hace muchos años, planteando la necesidad de recuperar y fortalecer la educación pública, fuertemente deteriorada, destruida y desfinanciada desde la dictadura», completó.

«Entendimos que tenemos que cambiar el paradigma de la educación, que la demanda por una reforma estructural en el sistema educativo tiene que ver también con la necesidad del pueblo de Chile de generar un proceso de emancipación mayor. No basta simplemente con decir que la educación tiene que ser un derecho social humano y habilitante, gratuito y de calidad, sino que tenemos que pensarla desde una lógica de emancipación. La madre de todas las batallas es el cambio de la Constitución política de Chile, a través de una Asamblea Constituyente. Hay que entregar las herramientas al pueblo. El pueblo de Chile tiene que ser capaz de exigir lo que le corresponde: el ejercicio de la soberanía», continuó.

Sobre el cierre de su ponencia, Vallejo analizó el futuro de las luchas de los movimientos políticos y juveniles en su país. “Soy una convencida de que la mera conflictividad social sin disputa política no tiene sentido. Necesitamos hacer que estos movimientos tengan una articulación entre sindicatos, organizaciones sociales, militantes, partidos políticos que se planteen la disputa fuerte. Tenemos que mostrar la diferenciación en la política, lo que significa ser político y revolucionario en todas sus palabras. Establecer las diferencias con los partidos dominantes que mantienen el sistema. Tenemos que mostrar que somos partido al servicio de los intereses del pueblo, con trabajo permanente, con convicción y en unidad. En momentos donde hay señales de intentos golpistas, que buscan poner en crisis a los gobiernos progresistas es cuando más se necesita que la izquierda esté uni da, no solamente en la nación sino en toda la región latinoamericana”.

Por su parte, Rivadeneira, una de las representantes más fuertes de la nueva generación de la política ecuatoriana, presidenta de la Asamblea Nacional -la más joven de América Latina en presidir un Parlamento-, agradeció la invitación a participar de una mesa con representantes de la juventud latinoamericana y europea. “Quiero agradecer a la juventud militante de la Argentina que mantiene vivo este proceso de transformación en esta tierra”, introdujo.

“Cada uno de nuestros gobiernos revolucionarios y de izquierda de la región están trabajando por construir y radicalizar la emancipación para la igualdad de nuestros pueblos”, consideró Rivadeneira, quien durante su trayectoria política ha sido Gobernadora de Imbabura, Vicealcaldesa y Concejala de Otavalo, así como coordinadora de la Organización Política de Juventudes de Alianza País y miembro de la Comisión Nacional de Juventudes.

“Tenemos que cambiarnos el chip inclaustrado por el neoliberalismo por uno que permita plantear nuevos paradigmas de desarrollo. Una revolución, una sociedad, se construye en igualdad de posibilidades y derechos. Debemos poder definitivamente dar ese salto a esa sociedad del conocimiento”, continuó la dirigente, quien recordó que, luego de la caída del Muro de Berlín, Latinoamérica tuvo que esperar muchos años para que un sistema alternativo, socialista, funcione en la práctica, y citó el ejemplo cubano, nicaragüense y de la revolución bolivariana de Venezuela como referentes de esos logros. “Tenemos ahora el reto de potenciar las nuevas formas de hacer política, la organización y la movilización permanente de nuestros pueblos, en una búsqueda permanente de las ilusiones y utopías movilizadoras», cerró.

En tanto, Errejón, doctor en Ciencias Políticas y secretario político del partido español Podemos, proclamó: “Yo no sé si la historia se ha acabado pero, sin dudas, mirando este teatro, presente y futuro tenemos. Gracias a Argentina por haber demostrado que hay algunas cosas que no se negocian: la soberanía y la democracia no se negocian. Cuando tuvieron que elegir entre servir a la gente o ponerse de rodillas frente a los fondos buitre, habéis elegido estar con vuestro pueblo”.

El joven dirigente, quien fue director de campaña de Podemos en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, también reflexionó acerca del rol de la juventud en la política internacional actual. “Cuando hablamos de nuevas generaciones, decimos que estamos profundamente orgullosos de todos los que se sacrificaron antes que nosotros, los que dejaron la piel y la vida, luchando por condiciones dignas para la gente corriente. Somos herederos de todos los que pusieron el cuerpo antes. Nuestro homenaje es la sonrisa insolente con la que nos plantamos, nos atrevemos a hacer frente a los poderosos y les decimos ‘les vamos a ganar’. Tenemos que recuperar la política y ponerla bajo control ciudadano, al servicio de los intereses colectivos”, expresó.

“Nosotros pensamos mejor, con más potencia, con más rigor y con más profundidad porque ponemos la piel en ello y porque pensamos desde el compromiso. Porque reconocemos desde dónde pensamos, con quién nos comprometemos, al servicio de qué causas está nuestro pensamiento. Vamos a ganar con vosotros y vosotros van a ganar con nosotros. Transmitimos el espíritu de una época de cambio y de un cambio de época para Europa, Que nunca más haya países sin su gente, que nunca más haya democracias sordas y ciegas a las necesidades de sus pueblos”, finalizó Errejón.

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Marisa Matias, miembro del Parlamento Europeo y Vicepresidenta del Partido de Izquierda Europea, fue la encargada de cerrar el diálogo. «América Latina es para nosotros un ejemplo de un continente que se convirtió en los últimos años en pueblos orgullosos de pertenecer a sus países. Aquí se comprobó que es posible aquello que en Europa nos dicen a diario que es imposible», analizó.

«Soy de una generación que no vio a sus padres tener la posibilidad de ser niños, y que ahora ve a las generaciones que no pueden ser adultos porque no tienen derecho al trabajo, a la autonomía, a la libertad. Cada vez que nos quitan los derechos básicos, nos están quitando la memoria de las conquistas conseguidas. Lo que sucede en Portugal y en el sur de Europa es un ataque a todos aquel que luchó por conseguir los derechos para el pueblo y a los que tenemos la memoria de las conquistas sociales de los pueblos», sostuvo la socióloga y política portuguesa.

«Hoy Europa es una fortaleza, que cierra los ojos frente a lo que pasa en Palestina y en tantos lugares que hoy están muy por debajo de los mínimos de la dignidad humana, y utiliza la excusa del terrorismo para criminalizar cada vez más a los inmigrantes. Tenemos que continuar esta batalla para disputar la democracia y el poder, porque sino, Europa va hacia el camino de la refundación o la destrucción», completó.