El clamor de una pobladora
La lucha despiadada entre grupos armados, por tomar el control de los sectores poblacionales, concluyó esta semana con la muerte de tres personas y varios heridos, en la populosa comuna de La Florida, sector de plaza Lircay, en el área metropolitana de Santiago, producto del intercambio de tiros, más de 70 ráfagas según testigos, de sub ametralladoras a cien y a ciertas ilegales.
En el mismo lugar del tiroteo, la pobladora, identificada como Sra. Ruth, realizó una alocución, frente a las prestas cámaras de la TV chilena, que con una constancia enfermiza llevan los hechos de sangre aterrorizadores día a día a
los livings de todo el país, y con la emoción a tope clamó: «Señores políticos, de los 16 partidos, cambien alguna vez la camiseta de su partido y pónganse la de Chile». «Chile necesita una ley fuerte, se están muriendo niños, jóvenes y les pido a los 16 partidos políticos que dejen de pelear y pónganse la camiseta por Chile».
El hecho acaecido es un ejemplo de la escalada desatada de violencia pandillera, en los barrios populares, y la falta de leyes que controlen este actuar, razón por la cual la mujer enfatiza su exigencia en que dejen las riñas individuales de sus colectividades, y les hace un llamado a ponerse en los zapatos de los pobladores que viven el día a día bajo leyes lejanas a sus realidades; discordias donde priman las ideologías particulares por sobre las necesidades reales que nos afectan como país.
Estás múltiples y dolorosas realidades de los barrios también albergan las injustas jubilaciones regidas por un nefasto sistema de pensiones y que, como bien nos expone el dirigente nacional de la Coordinadora No+AFP Luis Mesina, están muy lejos de transformarse en pensiones dignas aun tras el anuncio presidencial del nuevo sistema a implementar que generó noticia esta semana.
Es así como permanentemente observamos la desigualdad económica naturalizada que rige la vida cotidiana V/S la pauta de contingencia que instalan los medios de comunicación controlados por la élite.

Boric con encuestas a la baja a pesar de sus cambios de imagen
Desde el cambio ministerial, el Presidente Boric, junto a sus asesores de imagen, han realizado una serie de modificaciones simbólicas a su figura que colocan la atención y opinión pública en su persona (si usa o no corbata, cómo
se moviliza, etc.), más que en el tipo de gobierno que está liderando, en las alianzas políticas que debe hacer para poder aprobar leyes, en las omisiones y abstenciones en algunos temas, y por sobre todo, en la implementación de
políticas públicas de impacto social en gran parte de la ciudadanía. Estos cambios de imagen no han logrado salvaguardarlo de las bajas cifras de aprobación entregadas por diferentes encuestas, y que afectan también el accionar de diferentes figuras públicas del ámbito político.
Al iniciar su mandato, el presidente chileno tenía una aprobación de 50 % y una desaprobación del tan solo el 20 %. Pero la situación ha cambiado dramáticamente, ya en abril de este año la popularidad de Gabriel Boric en Chile cae del 50% al 36%, y la muestra de octubre nos dice que cae más rápido que sus predecesores en La Moneda, bajando 6 puntos respecto de la medición anterior desde un 33% al 27%.

La urgente necesidad de humanización de una política descolgada de la gente.
La lentitud en el abordaje de los cambios que la ciudadanía requiere con urgencia, por parte del mandato presidencial, fundamenta la baja en las encuestas de aprobación popular, y nos marca un claro escenario de acercamiento a los privilegios de la instancia gubernamental, que se acomoda al abanico de bondades que ofrece un cargo nacional y se aleja cada vez más de la desigualdad que sufre el pueblo, el mismo que les creyó y los dejó sentados en el sillón presidencial.
Desde los matinales de tv, nos enteramos como se han esmerado en hacer noticias anexas como el perro famoso del hermano, las ausencias de corbatas, ubicándolo a un nivel intelectual formal/chascón aspiracional europeo, los toc del mandatario de turno y las vueltas en bicicleta con terno, como fórmula de marketing de fama forzada.
Mientras las aspiraciones populares le plantean la única misión tras el estallido, dejar el camino pavimentado para una nueva constitución, hoy se le quita ésta a una ciudadanía activamente organizada y se le entrega en bandeja de plata a los mismos entes serviles del empresariado de siempre, carentes de voluntad política para cambiar las leyes de Chile, que nos dejan en una gran incertidumbre en relación al futuro venidero.
Estamos nuevamente en la política de los bingos, rifas, platos únicos y solidaridades donde «el pueblo ayuda al pueblo», en respuesta a una falta de política humanizadora y responsable a nivel gubernamental, y que estamos convencidos no pueden volver a ocurrir como solución a las problemáticas nacionales.
Chile no puede soportar más la ineficacia en las respuestas a las violencias, donde lamentamos ver morir vecinos inocentes, como esta vez en la comuna de La Florida. Condenamos el uso de armas en todo sentido que atentan a la
integridad humana; sin ignorar la violencia económica que históricamente venimos denunciado. Pulsamos la necesidad de aceptar el fracaso del modelo actual, lo que amerita abordar con seriedad un punto de inflexión, saliendo de la pecera y fomentando una renta básica universal incondicional, como un nuevo punto de partida, con reglas de un desarrollo que se desacople del despojo de las fuerzas asalariadas.
Son estas y otras razones por las que seguimos, junto a mucha buena gente comprometida, en el intento de abrir espacios a la no violencia activa, desde todas las plataformas posibles, que nos ayuden en un camino hacia una sociedad más digna, más humana y más libertaria. ¡Insistimos!

 

Redacción colaborativa de Sylvia Hidalgo Rojas; Sandra Arriola Oporto; M. Angélica Alvear Montecinos; Gladys Mendoza Jaque; Guillermo Garcés Parada y César Anguita Sanhueza. Comisión política