Los jóvenes han alertado sobre la inevitable subida de 1,5ºC de la temperatura media de la tierra respecto a los niveles preindustriales declarada por la ONU.
“Será imposible cultivar en un escenario de caos climático” aseguraba uno de los integrantes de Futuro Vegetal.
Esta mañana, dos jóvenes activistas de Futuro Vegetal se han pegado a los marcos de los cuadros de “La maja desnuda” y “La maja vestida” en el Museo Nacional del Prado en Madrid en señal de protesta por la emergencia climática. En medio de ambas pinturas han escrito el mensaje “+1’5º”, alertando sobre la subida de temperatura mundial que provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta.
«Estoy aquí pegado porque la semana pasada la ONU hacía oficial que ya es imposible contener el calentamiento del planeta en 1,5 º, sobrepasando los límites marcados en el Acuerdo de París y comprometiendo nuestra seguridad alimentaria” afirma uno de los activistas. Ha asegurado también que, a pesar de que el 2021 fue el año con mayores emisiones de CO2 de la historia, no se han tomado las medidas necesarias para corregir esta realidad. Finalmente ha asegurado que, “necesitamos cambiar ya el sistema agroalimentario para adaptarnos a los escenarios de desastre a los que nos enfrentamos; si no, el arte quedará bajo las llamas de los incendios o el agua de las inundaciones».
La segunda persona que se ha pegado a la obra de Goya ha exigido al gobierno que termine con las subvenciones a la ganadería y las emplee para promocionar alternativas basadas en plantas para afrontar escenarios como el de 2,5 º que prevé la ONU. Ha afirmado, además, que les da ‘miedo’ pensar en el futuro que les espera ante la inacción de los gobiernos: ‘la muerte de la naturaleza, del arte, y de la vida.’
En el marco de la COP27 (cumbre climática de la ONU de este año), defensores de la justicia ambiental están manifestándose alrededor del mundo para exigir medidas contundentes. Desde Futuro Vegetal aseguran que el objetivo de este tipo de acciones es «comunicar la situación de emergencia a la que nos enfrentamos». Aseguran que, “las políticas sobre el cambio climático para 2030 nos llevan a un aumento de 2,5 º, lo que significa un aumento en frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos incompatible con la vida de la mayoría de los cultivos de consumo humano y las consecuentes pérdidas de cultivo y hambrunas”.