El Memorándum de Entendimiento viola las leyes internacionales y los derechos humanos. En 2012, Italia fue condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por devoluciones en caliente de personas que huían de Libia. Para eludir esta condena, se firmó el Memorando de Entendimiento (MoU) en 2017. Desde entonces, ha sido ampliamente cuestionado y denunciado por Amnistía Internacional, otras ONG de derechos humanos, ACNUR, las Naciones Unidas (ONU) y la propia Unión Europea. “Refugees in Libya”, un grupo de personas autoorganizadas solicitantes de asilo atrapadas en Libia, ha estado protestando contra las condiciones inhumanas establecidas por el MoU frente a la oficina de ACNUR en Trípoli, desde octubre de 2021, a pesar de la brutal represión a la que se enfrentan. A la fecha, más de 300 de los compañeros detenidos en el desalojo violento del campamento de protesta en enero de 2022, siguen detenidos.El MoU regula la cooperación entre Italia y Libia en materia de seguridad y migración irregular. Está financiado principalmente por la UE y ejecutado por la agencia fronteriza europea Frontex. Parte de ese dinero se destina a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que brindan una fachada humanitaria en lugar de cumplir con su deber de proteger a las refugiadas en Libia.Pero ¿cuál es la realidad?
– El Memorándum establece una externalización radical, instalando un régimen de muerte en las fronteras y en los campos de concentración libios. Los numerosos informes que destacan las atrocidades cometidas en Libia, financiadas por estos acuerdos italianos, son ampliamente conocidas. Desde 2017, 50.000 personas migrantes han sido devueltas a estos campos, después de haber sido interceptadas y capturadas por la llamada Guardia Costera. Libia no es un ‘lugar seguro’, aún así miles de personas son devueltas allí, pasando por un ciclo infernal: detenidas de forma arbitraria, terminan en manos de traficantes, intentan huir a un lugar seguro, son nuevamente interceptadas y devueltas otra vez a los centros de detención. Este ciclo incluye tortura, violación, esclavitud, hambre y muerte.
– El gobierno italiano está entrenando a las fuerzas de seguridad libias, directamente coludidas con milicias y traficantes de personas, con quienes hacen negocios más lucrativos que el narcotráfico. Esta colusión ha sido denunciada repetidamente por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias y otros.
– Libia nunca ha ratificado las Convenciones de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y ni siquiera reconoce plenamente a ACNUR. Incluso las personas registradas por ACNUR como solicitantes de protección son arrestadas arbitrariamente y recluidas en campos de concentración. La ONU y la Corte Penal Internacional (CPI) han condenado reiteradamente los crímenes de lesa humanidad cometidos en estos lugares.
El 2 de noviembre de 2022, el Memorándum se renovará automáticamente por otros 3 años, a menos que el gobierno italiano o libio lo cancele. La continuación de este acuerdo consolidará las condiciones inhumanas en Libia para las personas migrantes y refugiadas.
El pueblo de Italia, Europa y más allá, debe solidarizarse con las refugiadas en Libia y usar su poder para obligar a Italia y la UE a cancelar este acuerdo inhumano. Los miembros del Parlamento italiano deben defender los derechos fundamentales garantizados por la Constitución e impugnar el Memorándum.