El 22 de agosto de 2022 Lima ha firmado una moción en la que pide un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, un mecanismo mundial que pretende abordar explícitamente la fuente del 86% de las emisiones de CO2 que causan el cambio climático: los combustibles fósiles. La moción fue aprobada por unanimidad por los 39 concejales de la ciudad.
El concejal limeño Carlo André Ángeles Manturano, que presentó la moción, dijo: “Ante la emergencia climática que estamos enfrentando como sociedad, la falta de compromisos firmes de acción de parte de nuestras autoridades y nuestros gobiernos es lo que nos acerca cada vez más a un daño irreversible. Es así, que es necesario tomar acciones firmes sobre una de las principales amenazas a esta tarea, la proliferación de combustibles fósiles, industria que proyecta producir más del 110% de emisiones de gases de efecto invernadero al 2030 de las requeridas para evitar sobrepasar la barrera de los 1,5 grados Celsius.
Es por ello, que desde el Gobierno de Lima Metropolitana presenté la moción para sumarnos a esta cruzada y hacer un llamado hacia la No Proliferación de Combustibles Fósiles en la ciudad de Lima, solicitando además al gobierno nacional peruano que pueda replicar esta acción y adherirse al Tratado Internacional. Tomó con mucho entusiasmo esta decisión unánime del Concejo de Lima Metropolitana y reafirmo mi compromiso para seguir impulsando las acciones necesarias a nivel local, nacional e internacional para combatir el cambio climático.”
La capital peruana, que cuenta con más de 11 millones de habitantes y que representan un tercio de la población de Perú, es ahora una de las más de 60 ciudades de todo el mundo que respaldan la propuesta del Tratado, entre ellas: Londres, Barcelona, Sydney y Los Ángeles. También es el octavo gobierno municipal, y la primera capital de América Latina que apoya la propuesta, tras siete municipios de Costa Rica. Este es un primer paso para Lima, que tiene la segunda peor calidad del aire de América Latina, según la Organización Mundial de la Salud, debido a su deficiente sistema de transporte público.
El carbón, el petróleo y el gas constituyen la mayor parte de la combinación energética del país; considerando el transporte, la generación de electricidad y el uso doméstico, los combustibles fósiles representan más del 70% de la energía de Perú. La quema de combustibles fósiles presenta graves amenazas para la salud humana y planetaria, al igual que todas las etapas de la explotación de los combustibles fósiles. A principios de este año, Perú sufrió su peor desastre ambiental cuando la refinería La Pampilla, operada por Respol, derramó más de 10.000 barriles de crudo frente a sus costas, cubriendo un área del tamaño de París, empañando 25 playas de Lima, matando la fauna local y perturbando los medios de vida de los pescadores costeros que dependen de estos ecosistemas marinos. La capital peruana alberga esta refinería, la mayor del país, y otras infraestructuras relacionadas con los combustibles fósiles debido a su proximidad a El Callao, el principal puerto de la región del Pacífico Sur.
Augusto Duran, especialista en energías limpias y transición energética, y coordinador de la campaña at MOCICC (Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático, con sede en Perú, uno de los principales impulsores de la presentación de la moción), dijo: “El llamado de Lima Metropolitana, una de las ciudades más grandes de América Latina, a la iniciativa del Tratado es un primer gran paso para poder abrir debates en torno a la necesidad de dejar los combustibles fósiles bajo tierra e iniciar una transición energética justa y popular. Tiene un carácter reivindicativo ya que la costa de Lima y Callao ha sido testigo del más grande desastre ecológico ocurrido en los últimos tiempos. La adhesión como tal permitirá en un primer momento presionar al ejecutivo y legislativo en torno a la necesidad de políticas que fortalezcan la lucha climática y ambiental. Si bien la moción como tal es un elemento simbólico, fortalece estos procesos de incidencia. Por ello buscamos que más ciudades puedan hacer el llamado al Tratado.”
Claudia Campero Arena, Coordinadora de Alianzas para el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, dijo: “Estamos encantados de que Lima se haya convertido en la primera capital de América Latina en respaldar el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. Dado que Lima es la capital de un país diverso que ha sufrido los perjuicios de la extracción de combustibles fósiles, este liderazgo es un bienvenido impulso para un cambio positivo en Perú y en la región hacia una transición energética justa que se aleje de los combustibles fósiles. La votación se produjo poco después de la toma de posesión del presidente colombiano Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez, cuyo liderazgo climático para la eliminación de los combustibles fósiles demuestra que el modelo extractivista latinoamericano empieza a ser seriamente cuestionado.”
Este respaldo refuerza el impulso mundial en torno a la propuesta de Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. La propuesta del Tratado cuenta ahora con el apoyo de 101 premios Nobel, 3.000 académicos, un creciente grupo interconfesional de líderes religiosos, 320 parlamentarios, miles de activistas juveniles y más de 1.500 organizaciones de la sociedad civil, incluidas varias organizaciones de Perú como la Organización de Pueblos Indígenas del Oriente y Perú Sin Ecocidio.
Sobre la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles
La Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles está impulsando la cooperación internacional para poner fin al desarrollo de nuevos combustibles fósiles, eliminar gradualmente la producción existente dentro del límite climático acordado de 1,5°C y desarrollar planes para apoyar a los trabajadores, las comunidades y los países que dependen de los combustibles fósiles para crear medios de vida seguros y saludables. Ciudades como Vancouver y Barcelona ya han respaldado el Tratado y otras están considerando la posibilidad de presentar mociones de adhesión. Cientos de organizaciones que representan a miles de personas se unen al llamado a los líderes mundiales para que detengan la expansión de los combustibles fósiles.
Fuente foto: Futuro verde.