El equipo médico de Cardiología del Garrahan fue distinguido por la Sociedad Argentina de Cardiología por su trabajo sobre las secuelas de las cardiopatías congénitas en adolescentes y adultos, una población en aumento. El establecimiento cuenta con el primer Consultorio de Seguimiento de Cardiopatías Congénitas del Adolescente y el Adulto en un hospital público pediátrico.
El equipo médico de Cardiología del Hospital Garrahan fue distinguido recientemente por la Sociedad Argentina de Cardiología por su trabajo sobre las secuelas en la sobrevida de los pacientes jóvenes y adultos con cardiopatías congénitas, una población creciente en Argentina y el resto del mundo. Se estima que en el futuro la población de adolescentes y adultos con cardiopatías congénitas superará a la pediátrica en el país.
El equipo encabezado por el doctor Horacio Capelli recibió el premio «Dr. Mauricio Rosenbaum» al mejor trabajo publicado en el año 2014 en la Revista Argentina de Cardiología, perteneciente a la Sociedad Argentina de Cardiología. El trabajo premiado se tituló: «Bypass total del ventrículo pulmonar: complicaciones y sobrevida en el seguimiento alejado». Y sus autores son: Victoria Lafuente, Marisa Disanto, Mariela Mouratian, Claudia Villalba, Alberto Sciegata, Ariel Saad, José Alonso, Juan Pablo Laura y Horacio Capelli.
El trabajo de los especialistas del Garrahan consistió en «reportar la evolución alejada y su impacto en los pacientes adolescentes y adultos» que hayan sido intervenidos quirúrgicamente con la técnica de Fontan-Kreutzer: una cirugía de tipo paliativa, pero la mejor opción para pacientes que nacen con un corazón con fisiología univentricular, es decir que funcionalmente tienen sólo un ventrículo y no dos como la población con corazón sano.
«La evolución alejada de la circulación Fontan demostró que sólo el 28.3% de los sobrevivientes adolescentes y adultos se encuentran libres de efectos adversos. Re operaciones y cateterismos intervencionistas son indicaciones frecuentes de tratamiento», explicaron los médicos en el trabajo premiado.
Sobre este resultado, Capelli afirmó: «La cirugía de bypass total del ventrículo pulmonar es un procedimiento paliativo con una incidencia elevada de complicaciones a largo plazo» y agregó que «esta es una de las cirugías para cardiopatías congénitas más complicada, pero en todo los casos se trata de intervenciones reparadoras que necesitan controlarse y tratarse durante toda la vida».
El Hospital es referente nacional en la atención de cardiopatías congénitas, una enfermedad con la que nacen anualmente en el país aproximadamente 6100 niños y niñas, el 70 por ciento de los cuales necesita tratamiento quirúrgico y el 90% sobrevivirá a la operación. Desde 2010, el Garrahan ha operado a 2361 chicos y aumentado la detección y tratamiento de las cardiopatías en un 20 por ciento.
Estos chicos conforman una población que requerirá seguimiento de por vida, muchas veces con varias re intervenciones quirúrgicas después de los 18 años. Se trata de una población nueva en el mundo, ya que la supervivencia a estas enfermedades complejas también lo es. Por eso, el Hospital conformó un Consultorio de Seguimiento de Cardiopatías Congénitas del Adolescente y el Adulto que registra el seguimiento de más de 2 mil casos desde su creación en 1998.
Según los especialistas, en el futuro la población de adolescentes y adultos con cardiopatías congénitas superará a la pediátrica en Argentina, un hecho que ya sucede en los países desarrollados, donde los sobrevivientes de cardiopatías congénitas complejas también son tratados por cardiólogos pediatras.
Seguimiento del paciente joven y adulto
El Consultorio de Seguimiento de Cardiopatías Congénitas del Adolescente y el Adulto, coordinado por las doctoras Mariela Mouratian y Claudia Villalba, cuenta con una base de datos de 2.160 casos de jóvenes y adultos con secuelas de cardiopatías congénitas: muchas veces se trata de consultas desde otros centros médicos, tanto del país como de países vecinos, otras de pacientes que se operaron de bebés en el Garrahan y continúan consultando, y también las hay de personas a las que no les descubrieron la cardiopatía al nacer y aparece en forma sintomática en la vida adulta.
Para Capelli, «se trata de una comunidad nueva a la que damos respuesta en la medida de las posibilidades”, y agregó que «las cirugías para estos pacientes en general son reparadoras pero no correctoras, es decir que se transforman en pacientes crónicos, que deben atenderse de por vida».
Esta nueva comunidad de pacientes -que anteriormente no existía porque no había sobrevida a las cardiopatías congénitas complejas- deben ser tratadas por un cardiólogo pediatra aún en la vida adulta. ¿Por qué? Capelli explica que la formación del cardiólogo pediátrico y del adulto es absolutamente distinta: «así como ellos no están entrenados para resolver problemas cardiacos congénitos, los cardiólogos infantiles tampoco estamos capacitados para tratar alteraciones coronarias u otras enfermedades adquiridas del adulto».
«El hospital se caracteriza por reparar cardiopatías congénitas de alta complejidad en niños que de otra forma no sobrevivirían, pero que luego presentan secuelas: van a tener arritmias, van a tener complicaciones, van a necesitar re intervenciones», explicó Victoria Lafuente, primera autora del trabajo sobre esta problemática que publicó el Garrahan en la Sociedad Argentina de Cardiología y obtuvo el premio al mejor trabajo científico publicado en 2014.
«Los cardiólogos infantiles tenemos el compromiso y la responsabilidad de acompañar, atender y dirigir a esta superpoblación creciente y preocupante de pacientes, facilitando la transición de ellos hacia la edad adulta», concluyó Capelli. El Consultorio de Seguimiento de Cardiopatías Congénitas del Adolescente y el Adulto del Garrahan atendió 1606 consultas en 2014.