POEMA
Desde aquí encerrada,
me debato entre lo humano y lo miserable.
Y juntos vamos construyendo un puente
que se una entre lo natural y lo desechable.
Desde mi ventana que habito a diario,
pienso en las agonías
y también en las muertes.
Pienso en las aventuras
y en los desaciertos.
Aquí entre el vacío que nos separa,
acaricio el estrecho que nos emancipa,
las placas que se rozan,
los deseos que se arrastran como olas
y los botes que llevan aventuras.
Entre el atardecer de tu mirada,
la calma de tu andar,
el regreso constante de tus aguas,
la peligrosidad de la inmensidad
y el poder de tu sonido.
más me libero del encierro.
Encerrada he descubierto,
encerrada he aprendido a quererme,
encerrada apaciguó las olas
encerrada apago las luces
y comienzo a cerrar las ventanas
de mi incredulidad.
No miro más allá,
porque mis ojos los tengo sobre el corazón.
No necesito salir huyendo,
porque el auxilio de mi voz se programa
con acierto.
Ayer estaba en lo profundo,
y con la arena construía cimientos.
Ayer flotaba sobre el alma,
para cruzar senderos de agua viva
Ayer navegaba con volcanes ,
para mantener el fuego vivo.
Hoy desde mi ventana,
a mi templo lo alimento de
ofrendas,
cantares,
frases
y adornos que sacuden el polvo.