Entrevista a la Red de Antropología Ecuatoriana y Colectiva de Antropólogas
¿Cuál es la opinión de la Red de Antropología Ecuatoriana ante lo ocurrido durante el segundo día de diálogo entre los representantes de las cinco funciones del Estado y los representantes de las organizaciones indígenas?
Desde la Red de Antropología Ecuatoriana denunciamos la falta de voluntad para el diálogo por parte de la función ejecutiva, autodenominado «gobierno del encuentro», al no haber acudido al segundo día de diálogo con los representantes de las organizaciones indígenas: CONAIE, FEINE y FENOCIN, entre otras. Consideramos que Lasso no rompió con Leonidas Iza, dirigente de la CONAIE. Rompió con los pueblos indígenas, campesinos, organizaciones populares, de trabajadores, estudiantes, colectivas feministas, ecologistas y gran parte de ciudadanxs que esperan una paz con transformaciones.
¿Qué pasó durante este segundo día de diálogo?
Este 28 de junio, las organizaciones indígenas, a través de sus representantes, llegaron a la Basílica del Voto Nacional, en el centro de la capital, para continuar con la segunda jornada de diálogo con las cinco funciones del Estado. Desde tempranas horas, portando banderas, los miembros de las comunidades indígenas de la Costa, la Sierra y la Amazonía marcharon junto con sus delegados.
La voluntad de diálogo por parte de las organizaciones indígenas se expresa en la prolongada espera, tras la instalación de la mesa en la que estuvieron presentes el presidente de la Asamblea Nacional, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, la representante de las Madres Lauritas y veedores del proceso tales como Elsie Monge de CEDHU y Ramiro Ávila, ex magistrado de la Corte Constitucional. Un yachak efectuó, al inicio, un ritual andino para dar fuerza a las dirigencias y armonizar el encuentro.
Debido a la ausencia de los representantes del Ejecutivo, las organizaciones expresaron su malestar, ya que se rompió el mecanismo de diálogo, pilar fundamental de toda sociedad democrática como procedimiento de resolución de conflictos y de búsqueda de consenso; una de las partes fue irrespetuosa con el diálogo previamente consensuado. En este sentido, el gobierno nacional, no respetó ni a las dirigencias convocadas ni a los veedores del proceso.
El dirigente de la FENOCIN expresó su descontento: “No es posible que nos traten como ciudadanos de segunda en este país, como la última rueda del coche”. A su vez, el dirigente de la ECUARUNARI reprobó la falta de voluntad del gobierno y enfatizó en la necesidad de respuesta a los diez puntos del pliego planteado al gobierno “para que el pueblo pueda vivir en condiciones dignas”.
Si bien la derogatoria del Decreto 95 en materia de extractivismo petrolero fue aceptada al término del primer día de diálogo, lo que dio algo de esperanza a las organizaciones y colectivos movilizados, aún estaba pendiente discutir la derogatoria del Decreto 151. Diversas organizaciones y comunidades han sostenido que ésta es una de las demandas más importantes del pliego en mención. Además, faltaba todavía discutir sobre la reducción en los costos de los combustibles.
Desde la representación de la CONAIE, Leonidas Iza, expresó frente al ministro de gobierno y otros delegados gubernamentales: “el decreto 151 es absolutamente claro, que se derogue el decreto y acoja los temas sustanciales que han sido planteados: no minería en zonas de recarga hídrica, no minería en áreas protegidas, no minería en tierras de pueblos y nacionalidades. Esto nosotros hemos dicho, la minería en términos económicos no aporta como lo hace, sí, la agricultura y la ganadería (…). En el momento en que se hace minería estamos atentando al aporte de la agricultura al país, al Estado, al fisco”.
Todo un país se mantuvo atento en este segundo día, pero después de más dos horas de espera, se anunció que el diálogo se posterga para las dos de la tarde y que al mediodía el presidente Lasso se pronunciaría en cadena nacional. En esta comparecencia, el mandatario señaló que “el gobierno nacional no se puede sentar a dialogar con quienes pretenden secuestrar la paz”, refiriéndose en primera persona al presidente de la CONAIE.
¿Qué opinan sobre la respuesta por parte del presidente ante la negativa al diálogo?
Es un refuerzo a su negativa al diálogo, argumentó en contra acudiendo al incidente ocurrido en el sector 18 de noviembre del cantón Shushufindi durante la madrugada del 28 de junio, en el cual habría fallecido un sargento. Lamentamos este penoso hecho, y hubiésemos esperado que esta muerte lleve a la necesidad imperiosa de retomar el diálogo. Al contrario, en su discurso, el presidente Lasso no reconoció responsabilidades, ni siquiera se lamentó o expresó condolencias por las 5 personas fallecidas, 313 heridos, 147 detenciones, 74 incidentes de vulneraciones (Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, 27,06,2022) por las fuerzas del orden a lo largo del paro nacional.
Al término de su cadena nacional, volvió a la reiterada narrativa de descalificar a dirigentes, y, sobre todo, se concentró en deslegitimar y otorgar culpabilidad a Leonidas Iza por todo lo ocurrido, como si el descontento e indignación generalizada a lo ancho y largo del país no existiera. Clausuró de este modo la voluntad general de diálogo, como si ésta dependiera de su decisión y de sus antipatías personales.
¿Qué significa para ustedes esta declaración?
Con su declaración, se avizora nuevamente una intensificación de la política de represión, manteniendo al país en una escalada de violencia interminable. Permanecemos en vilo, mientras no haya una real voluntad política para un acercamiento respetuoso que entienda la integralidad de las demandas formuladas en el marco del paro nacional, luego de diecisiete días de violencia de Estado, de irrespeto a los derechos humanos y al derecho a la protesta social. ¿Qué intereses están detrás? Seguramente la agenda de la minería a gran escala, pautada por transnacionales en alianza con élites económicas y políticas del país, a quiénes poco les interesa un cambio de rumbo en el modelo de desarrollo neoliberal, extractivista, primario exportador y dependiente.
¿Cómo consideran ha sido el trato del actual gobierno para con la dirigencia de la CONAIE?
Constatamos que el trato dado a la dirigencia de la CONAIE por el actual gobierno es irresponsable, racista y discriminador. Recordamos al presidente Lasso y a sus ministros que la CONAIE es una institución conformada desde 1986 a través de muchas luchas sociales. Esta misma CONAIE es, al día de hoy, portavoz de las demandas de la mayor parte del pueblo ecuatoriano. Desde 1991, las Mesas de Diálogo se han inscrito como un mecanismo de procesamiento de los conflictos entre las organizaciones indígenas y gobiernos de turno. Cuestionamos el desperfilamiento de la protesta social por parte del gobierno de Lasso que criminaliza a contendores para invisibilizar una lucha social que aglutina a amplios sectores de la población.
¿Qué proponen desde la Red de Antropología Ecuatoriana?
Proponemos como Red de Antropología Ecuatoriana que se llame al diálogo plurinacional con la participación de distintos sectores de la sociedad civil y con la presencia de garantes internacionales, ante las nulas respuestas gubernamentales, en aras de analizar y alcanzar las transformaciones que se necesita en el país y no solo el retorno a una «paz» inocua que invisibiliza las desigualdades estructurales y el racismo. Después de 16 días de haberse presentado las 10 reivindicaciones, exigimos que el Presidente y su gabinete den respuestas claras y pertinentes a los pedidos sociales.
La Red de Antropología del Ecuador se mantendrá vigilante del contexto nacional y de cualquier vulneración de derechos por parte de las “fuerzas del orden” que ocurra en las zonas de paz de las universidades y otros lugares de acogida donde se encuentran hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños. Nos ratificamos en el apoyo a las propuestas y alternativas impulsadas por los diversos colectivos y organizaciones sociales en busca de solución a los diez problemas explicitados por las organizaciones del movimiento indígena. De la atención y solución diligente y responsable a los diez problemas, depende la paz. Nunca del uso progresivo de la fuerza. Sí del uso madurado y visionario de la razón y sentimiento en favor del pluridiverso. Ya que eso sí sería gobernar.