Sobre la barcaza «La Balle au bond», en pleno corazón de Paris, tuvo lugar el martes 10 el primer encuentro entre adherentes y promotores de Francia de la Marcha Mundial por la paz y la no violencia.
El encuentro contó con la presencia de Danielle Mitterrand y otras personalidades y organizaciones nacionales como Abolition 2000, Acción Ciudadana por el Desarme Nuclear, Colibri, Gandhi International y una treintena de asociaciones locales.
Madame Mitterrand manifestó que *la violencia es un fenómeno natural pero que el ser humano nace inteligente, dotado de razón y por ello es capaz de organizar acciones como esta Marcha*, marcha que comenzará en octubre en Nueva Zelandia y concluirá en Argentina luego de recorrer durante 3 meses, 6 continentes y más de 100 países.
Alain Ducq, portavoz de la Marcha Mundial Francia, subrayó la urgente necesidad, en este momento de crisis y de proliferación del armamento nuclear, de producir un salto de conciencia global y planetario en favor de la paz, pero que sería ingenuo creer que la paz pueda construirse sin la metodología de la no-violencia activa. El momento histórico es de *convergencia de la diversidad* y el gran número de personalidades y de organizaciones con horizontes tan diferentes que han adherido constituye una ilustración perfecto de esto: Organización de los Premios Nobel por la Paz, los Alcaldes por la Paz, Amnesty International de diferentes países, varios jefes de Estado, artistas como Daniel Barenboïm, el cantante Juanes, y en Francia Christiane Taubira, Stéphane Hessel, Susan George, Graeme Allwright…
Alain Ducq insistió igualmente sobre la importancia de la acción concreta cotidiana dando la palabra a las organizaciones y asociaciones para que ellas expusieran sus iniciativas en el marco de la Marcha. Entre las más significativas: una campaña para crear una convención para la eliminación de las armas nucleares, la marcha de los suburbios europeos, cursos sobre la no violencia incluídos en los programas escolares, manifestaciones artísticas y culturales.
Al finalizar el encuentro, el cantante Graeme Allwright cantó para los presentes su versión no-violenta de la Marsellesa.
Para terminar, Alain Ducq -quien aparece en el recuadro de la foto junto a Danielle Mitterrand- recordó el objetivo general más allá de la Marcha: la construcción de una Nación Humana Universal.