Las plantas nos curan y nos cuidan desde que comenzó nuestra historia humana en este planeta, siempre están a nuestro servicio. Cuando recojo una de ellas para hacer alguna infusión o tintura me arrimo con cuidado, con respeto y familiaridad. Le pido permiso y tomo una muy pequeña porción haciendo un corte limpio y oblicuo con unas tijeras afiladas y desinfectadas, cuidándola, y esta también es una prioridad.
Por Horacio Mesón
En la recolección tengamos presente que las flores se recogen en el momento de mayor esplendor. Las hojas antes de la floración. Las cortezas en otoño y las raíces luego del ciclo vital de la planta. Nunca se recogen hierbas que se encuentran en los márgenes de los caminos ya que absorben los tóxicos del smog, tampoco de lugares fumigados o contaminados. Se recolecta en un día soleado observando que las plantas no tengan gotas de rocío y evitando las horas de sol muy fuerte.
Las flores y las hojas no se lavan, solo se las sacude para quitarles el polvo. Las raíces se lavan solo con agua y cepillo. Las hojas y las flores se secan a la sombra y en un lugar ventilado, las cortezas y las raíces al sol. Cuando se secan se guardan en una bolsa de papel madera al que se le pone el nombre y fecha. Las hierbas secas duran aproximadamente un año y pesan la mitad que las frescas por la evaporación del agua.
Las formas más conocidas de extraer sus propiedades son:
Infusión, tisana o té: se realiza vertiendo agua hirviendo sobre hojas y flores. Se debe tapar, dejar reposar unos minutos y luego colar.
Cocimiento o decocción: se colocan raíces, cortezas y/o tallos duros en agua fría. Se lleva a fuego y se cuentan 3 a 5 minutos desde el primer hervor, luego de apagado se tapa y se deja reposar antes de colar.
Para ambas preparaciones la proporción es de aproximadamente una cucharadita de té de hierba seca o el doble de fresca por taza de agua. Los recipientes que se pueden utilizar son de vidrio, o enlozado, de barro o de acero inoxidable, pero no de aluminio porque es tóxico. Se pueden endulzar con miel y a los diabéticos se les puede recomendar la hierba dulce Stevia.
Tintura madre: es un extracto hidro-alcohólico que contiene los principios activos de la planta en alta concentración.
Todo comienza con la selección de la hierba con la cual se va a preparar y concluye en unas semanas con un prolijo colado. En medio de esto hay una serie de pasos y momentos que deberán estar unidos por un procedimiento cuidado, en cada uno de estos pasos se puede potenciar el producido o degradar. El procedimiento es tan importante como los elementos, lo es la salud y la calidad de la planta, la pulcritud en la limpieza de los objetos y el lugar, y el estado del operador.
Necesitaremos un frasco de vidrio esterilizado (hervido), los que se utilizan para dulces y mermeladas de unos doscientos centímetros cúbicos más o menos. También alcohol etílico 96 grados “tridestilado”, este es un alcohol medicinal igual que el clásico. Solo que esta particularidad de tener dos destilaciones más que el otro hace que el sabor y el aroma desaparezcan, no hay impacto invasivo. Se utiliza en perfumería, en gastronomía, en licorería y en fitoterapia también; se puede encontrar en farmacias, químicas y mercados.
Necesitamos tener a mano una jarra medidora de líquidos, una jeringa descartable sin aguja, unas etiquetas y una lapicera. Al ser la tintura un extracto hidroalcohólico necesitamos agua. La más conveniente es agua bidestilada (no destilada), esta se puede conseguir en farmacias o químicas. Se puede utilizar la de la canilla hervida, pero de acuerdo a su valor alcalino, si el PH es alto al mezclarse con el alcohol cambia la coloración de todo el fluido; entonces se torna lechoso perdiendo la cristalinidad, debido a los minerales que tiene su composición. Más pulcro es la bidestilada que es de calidad farmacopea y al igual que el alcohol tridestilado, ambos aptos para el consumo humano.
Veinte gramos de cedrón llenan el frasco, en el caso del orégano por ser más pequeña su hoja pueden entrar más de veinte gramos. En el eucaliptus es a la inversa, tiene una hoja más cristalizada, con menos peso y de más volumen. Pero en todos los casos no completamos el recipiente (frasco), solo sus tres cuartas partes (casi lleno). Si las hojas del cedrón están grandes las muelo con los dedos, con mis propias manos limpias, miro su color y forma, toco su textura, siento su temperatura y huelo su perfume profundamente.
Las proporciones entre el agua y el alcohol dependen del tipo de hoja o si es una raíz. Si fuera esta última no lleva agua, es un 100 % de alcohol tridestilado. Todo depende de la dureza, si es una hoja tierna como la del cedrón o la del orégano, la proporción es 70 % de alcohol y 30 % de agua, y si la hoja es más dura voy disminuyendo la cantidad de agua.
El material del cual extraer los principios activos tiene que quedar sumergido y sobre pasado por la solución de uno a dos dedos. Se le coloca una etiqueta con el nombre y la fecha, también indico el día en que considero esta lista. Son mínimo dos a tres semanas, prefiero tres y todos los días necesitamos moverla un poco. Conviene guardarla en un lugar que no tenga luz y que sea fresco, no es necesaria la heladera puede ser en alguna alacena o aparador.
Llegado el momento esperado, con un filtro de papel sin uso, la cuelo y trasvaso a otro recipiente que también etiqueto con título y fecha, siempre así. Con la jeringa la pasamos a un gotero limpio que etiquetamos y aquí finaliza el procedimiento. Producto terminado, sólo resta comenzar a tomarla.
Posología: hay que hacer un cálculo y para esto necesitamos saber cuál es nuestro peso, demos un ejemplo. Si uno pesa sesenta kilos se calcula una gota de tintura madre por cada kilogramo. Este número (sesenta) se divide por la cantidad de tomas que se hagan durante el día. Si uno las hace por la mañana antes del desayuno y por la noche antes de la cena se divide por dos, esto da treinta gotas cada toma. Si le sumamos el medio día se divide por tres, esto da veinte gotas por vez.
Las gotas se colocan en medio vaso de agua y a beberla, si se le quisiera sacar el alcohol (esto es lo más recomendable), se puede lograr con una práctica muy simple. En este caso es medio vaso de agua caliente a unos setenta u ochenta grados (antes de hervir), se colocan las gotas y en unos pocos minutos al entibiarse se la puede tomar. El alcohol se ha evaporado. Finalmente si se quisiera hacer solo una toma ocasional, treinta gotas está bien.
Nos queda profundizar en posologías, particularmente en micro dosis. Hablar sobre indicadores de avance, sobre tratamientos y un tema central que es el estilo de vida.
Haré ahora un alto para tomarme una tintura de melisa que ya está tibia. Le agrego un poco de miel rica y cremosa que la hace más amable y saludable, generándome un registro de bienestar que quiero compartir con ustedes.
Hasta la próxima.
Bibliografía consultada: “Plantas de la Patagonia para la Salud” de la Dra. Sara Itkin medica naturista y fitoterapeuta. Editorial Caleuche San Carlos de Bariloche, Rio Negro, Rep. Argentina. Noviembre 2004.