El legado de la minería en San Antonio Oeste: Riesgos actuales para la salud, por efectos de contaminación de la minería a cielo abierto.

Entrevistamos a Patricia Llonch, integrante de la Comisión Multisectorial por la problemática del plomo en San Antonio Oeste, ubicada en la localidad costera de la Provincia de Río Negro, en la República Argentina.

Por Laura Hernández

REHUNO: ¿Cómo surge la Mina Gonzalito?

Patricia Llonch: La Mina Gonzalito operó entre los años 50 y 80, dedicada a explotar fundamentalmente plomo, zinc y plata.

El material extraído en la mina era procesado, en la fundición instalada por la empresa Geotécnica S.A. en la vecina localidad de San Antonio Oeste. 

REHUNO: ¿Qué tratamiento se le dió a las escorias de los procesos mineros?

Patricia Llonch: Durante todos los años que funcionó la mina, se depositaron a cielo abierto. Directamente sobre suelo desnudo en la zona al oeste de la localidad. A mediados de la década de los años 80 la empresa se declaró en quiebra y los depósitos fueron abandonados.

REHUNO: ¿En algún momento hubo controles de salud sobre la población?

Patricia Llonch: Sobre el escenario hubo trabajos realizados en San Antonio Oeste. La Prof. Dra Susana I. García, entonces la Responsable del Programa Nacional de Prevención y Control de las Intoxicaciones, informó en múltiples trabajos respecto del problema relacionado a la contaminación.

REHUNO ¿Qué resultados arrojaron las evaluaciones?

Patricia Llonch: De las evaluaciones de riesgos para la salud, quedó confirmada la presencia de plomo, arsénico, cadmio, estaño, cobre, antimonio, zinc y otros metales en el sitio. Quedó demostrada también la intoxicación de población infantil con niveles inaceptables de plomo en sangre y de arsénico en orina.

Solamente se realizaron estudios de biomarcadores de exposición para el plomo y el arsénico. Pero se observaron niveles inaceptables de contaminación en algunos pobladores del lugar. Esto indicaba que era necesario considerar la posibilidad de estar ante la exposición de metales como el cadmio, con potencial cancerígeno.

En lo que al plomo se refiere, se ha dicho que aún exposiciones infantiles de escasa magnitud (plombemias inferiores a los 5 μg/dl) pero sostenidas, resultan en alteraciones neuromotoras, pérdida irreversible de la inteligencia, problemas de conducta y bajo rendimiento escolar.  Estos efectos adversos son más graves e irreversibles cuando la exposición ocurre durante los 2 primeros años de vida.

Es importante señalar aquí que no se ha estudiado a los niños menores de dos años, generalmente excluidos de los estudios poblacionales por las dificultades que el abordaje de este segmento de la población implica. Pero que los escenarios de exposición justifican considerarla como de alto riesgo y principal destinataria de las acciones de remediación.

Pero por otro lado, la presencia de metales como arsénico y cadmio deriva en un aumento inadmisible del riesgo de cáncer en varios de los sitios analizados.

REHUNO: ¿Cómo se evalúa el grado de exposición al plomo?

Patricia Llonch: Para evaluar el grado de exposición humana, se suele medir la concentración de plomo en sangre. Pero no existe un nivel de exposición al plomo que pueda considerarse seguro. La intoxicación por plomo es totalmente prevenible.

REHUNO: ¿Qué consecuencias tiene el plomo en la salud humana?

Patricia Llonch: El plomo es una sustancia tóxica, con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad.

Las exposiciones de escasa magnitud pero sostenidas en el tiempo, dan como resultado alteraciones neuromotoras, pérdida irreversible de la inteligencia y problemas de conducta.

La Organización Mundial de la Salud en su documento “Intoxicación por plomo y salud”, indicaba que el plomo es una sustancia tóxica. Que se va acumulando en el organismo afectando a diversos sistemas del organismo. Con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad. Se estima que en los niños la exposición al plomo causa cada año 600.000 nuevos casos de discapacidad intelectual.

La exposición al plomo se cobra cada año un total estimado de 143 000 vidas, registrándose las tasas más altas de mortalidad en las regiones en desarrollo. El plomo se distribuye por todo el organismo alcanzando el cerebro, el hígado, los riñones y huesos. Se deposita en estos últimos y en los dientes, acumulándose con el paso del tiempo.

REHUNO: ¿Podrías contarnos sobre los pasivos ambientales y la lucha de la multisectorial?

Patricia Llonch: La multisectorial lleva 17 años luchando por la remediación de los terrenos contaminados en San Antonio Oeste. Y en particular la Fundación Inalafquen–miembro de la Multisectorial- por más de veinticinco años. Se logró una remediación que no se completó por errores groseros de gestión de las autoridades responsables, y una cantidad indeterminada de volúmenes de suelo con tóxicos sigue presente en la planta urbana y en la zona periurbana de San Antonio Oeste. Nuestras infancias siguen amenazadas.

 

Rehuno Salud