Las ventajosas condiciones del petróleo que Cuba importa desde Venezuela podrían cambiar según la reacción de Caracas ante la caída del precio del barril.
En La Habana, el tráfico es como de costumbre. Grandes coches estadounidenses y vehículos rusos o japoneses rugen por calles que, al contrario de lo que sucede en otras capitales, están relativamente tranquilas. Alejandro Puerta escucha por primera vez sobre la caída del precio del petróleo. El coche no es suyo, sino de la empresa. Haciendo viajes espontáneos gana algo de dinero extra. “El precio del combustible no cambió nada en las ultimas semanas”, aclara.
Sin embargo, en el horizonte comienzan a divisarse negros nubarrones. Venezuela, mayor aliado y socio comercial de Cuba, sufre por la bajada del precio del petróleo. En tres meses, este pasó de más de 100 dólares por barril a 60 dólares y el presupuesto de Venezuela depende enormemente de las exportaciones de crudo, que suponen 2/3 de la recaudación fiscal y más del 90 % de la entrada de divisas.
¿Venezuela arruinada?
Según cálculos del Deutsche Bank, el país necesita un precio de 162 dólares por barril para mantener su presupuesto. Por otra parte, Credit Suisse habla de 97 dólares para poder pagar su deuda. Durante el último encuentro de la OPEP, Caracas insistió en cerrar el grifo para frenar la caida de precios.
La actual crisis del precio del petróleo podría obligar a Caracas a renegociar las condiciones. Los afectados serían, sobre todo, algunos países del Caribe y especialmente a Cuba, firmantes del acuerdo Petrocaribe para importar petróleo desde Venezuela a condiciones ventajosas. El Gobierno de Caracas aclaró varias veces que mantendrá sus obligaciones, al igual que hizo durante una caída similar en 2009. Sin embargo, Venezuela tenía entonces enormes reservas de divisas y ahora no todos parecen confiar plenamente en Caracas.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Guayana, Haití, Belice y Jamaica habrían reducido la cuota de importación, una reducción que el Wall Street Journal sitúa en torno al 20%. Estas dificultades de Venezuela preocupan también Cuba, país que solo produce el 40% de la energía que consume e importa petróleo desde el vecino aliado a cambio de médicos y personal sanitario. Según los expertos, unos 100.000 barriles llegan diariamente a la isla desde Venezuela.
Cambio energético en Cuba
Independientemente del mercado del crudo, Cuba intenta reducir desde hace años el gasto energético y la dependencia de energías fósiles. Tras fracasar en el intento de extraer petróleo, aumentó el impulso a las energías renovables. Actualmente, con una cuota del 4% del consumo energético (90% del biodiésel de la industria azucarera), además de grandes inversiones realizadas en parques eólicos y solares.
Para el Gobierno de la isla, la independencia energética es una de sus prioridades, con una inversión en energías renovables planeada para los próximos 15 años de unos 3.500 de dólares. Una meta a la que también debería ayudar el capital extranjero, que desde el pasado junio tiene vía libre para invertir en la economía cubana. El sector energético tendría un papel clave y para 2030, Cuba espera que el 40% del consumo proceda de energías renovables. Hasta entonces, el cubano de a pie como Alejandro Puerta, tendrá que esperar para notar la bajada del precio de la gasolina.