POEMA
Mi cuerpo dice que sí,
Mi corazón calla
Y sigue palpitando como ausente
Como disolvente de partículas liberales.
Mi cerebro me invita a la aventura
Mis piernas se quedan congeladas
Pierden su elasticidad
Y mueren en el dinamismo de la cotidianidad.
Mis instintos aumentan la adrenalina
Mis ojos mueven instantáneamente
Pero mis afiliaciones al territorio
Callan, se ahogan en llantos sublimes.
Mi sueños profundos se adelantan al tiempo
Mis memorias se funden en incienso
Pero mis neuronas pronto despiertan
Y me traen de vuelta al abismo
A la indecisión
A la maldición del miedo.
Hoy quiero volar
Soltar las alas como oruga recién descubierta
Volar como si no existiera el tiempo
Salir en silencio para no despertar al momento
Aquel que con un pensamiento
Derriba los más plenos aciertos.