Por Horacio Mesón
En la primera de las publicaciones sobre cannabis medicinal hablamos de un libro: La historia de mamá cultiva ARGENTINA, de Valeria Salech. También difundimos la existencia de la entidad solidaria “Mamá cultiva” y las causas nobles que arrastra consigo el auto cultivo y la producción de derivados medicinales del cannabis.
En la segunda nota de la serie titulada “C.M. Fitomedicina”, informamos sobre otro libro recientemente editado: Cannabis medicinal, la guía completa, autores la Dra. Celeste Romero y el Dr. Marcelo Morante. Enumeramos decenas de enfermedades con estudios científicos realizados por un número importante de valiosos profesionales, y comunicamos que estas enfermedades todas tienen tratamiento.
De este mismo libro haremos algunas citas, por ejemplo el término “efecto séquito” se menciona en él. Fueron décadas de investigaciones científicas sobre los efectos medicinales que produce el cannabis. Estas investigaciones hicieron foco en aislar los componentes principales o cannabinoides mayores, el THC y el CBD.
El THC es la abreviatura de “tetrahidrocannabinol” o Δ9-THC, mientras que CBD es la versión corta de “cannabidiol”. Ambos son componentes de la planta y se localizan en sus semillas, en el tallo y en la flor. El cannabis tiene alrededor de 100 cannabinoides y más de 400 compuestos, entre estos encontramos ácidos grasos, terpenos, cetonas, lactonas, alcoholes, flavonoides, etc. Este contenido de gran riqueza explica la cantidad de variedades diferentes que existen y los efectos múltiples que producen.
Aislar los diferentes compuestos fue un requisito necesario para elaborar fármacos que pudieran ser dosificados con los cánones y paradigmas de la alopatía. Fueron pocos los productos de farmacia elaborados con algunos de los componentes aislados mencionados. Pero solo sirvieron para tratar un grupo minúsculo de enfermedades y en la mayoría de los casos carecían de la eficacia de otros fármacos existentes en el mercado.
La planta de cannabis cuenta con una eficacia muchísimo mayor cuando los cannabinoides y los compuestos se combinan entre sí y no aisladamente. El efecto no es el mismo cuando se utiliza CBD o THC puro que cuando de una planta se produce un extracto totalmente natural en donde interactúan dichos componentes, donde se mantiene la sinergia. Equipos de investigadores a finales de los años 90 denominaron efecto séquito a la combinación de los diversos compuestos existentes con efectos medicinales muchísimo mayores que los de cada componente aislado.
Comparto ahora un pequeño párrafo textual de dicho libro: “La inclusión del cultivo domestico es la forma más eficaz y económica que tiene la medicina para evaluar en simultáneo miles de casos respondiendo a miles de variedades diferentes, además de que los cultivos se hacen con infinidad de técnicas distintas. Entre esos miles de jardines pueden estar todas las plantas necesarias para tratar adecuadamente una enorme cantidad de enfermedades”.
Tomar la salud en las propias manos es ser el forjador del propio destino, esto es revolucionario y anti sistémico. Madres que tratan a sus hijos la mayoría con enfermedades crónicas y severas. Que luchan por la legalización del auto cultivo, que militan nuevas leyes. Que interactúan necesariamente con la ciencia, con universidades, con profesionales de la salud y del derecho.
Profesionales de la medicina con profundo compromiso que necesitan de la experiencia de cultivadores y cultivadoras, de productores y productoras de aceite de cannabis y otros derivados, saber de posologías y dosis. Ese conocimiento esta en estas personas comunes de gran sensibilidad.
Vamos viendo las relaciones solidarias que se complementan en donde se establecen vínculos, en donde cada uno entrega lo que tiene sin guardarse nada, en donde se trata a los demás como se quiere ser tratado. Vocaciones y experiencias al servicio de los demás y aquí también se produce una especie de efecto séquito humano, y se van dando muchas cosas por añadidura…
Recuerdo algo dicho hace más de cuarenta años por un amigo humanista que coordinaba las reuniones que teníamos semanalmente. Éramos un equipo de alrededor de unas doce personas, él decía: “individualmente somos incompletos, pero si cada uno de nosotros pone lo mejor nos encontraremos entre todos con un ser humano integro, completo, enriquecido y humanista”.
Ese mundo mejor que deseo, que aspiro y que también me imagino ya existe en diversos campos y áreas. Ya está con nosotros y no hay vuelta atrás, las leyes llegan muy lentas, pero llegan.
Y así los seres humanos vamos sorteando obstáculos permanentemente como lo hace el agua que baja de las altas cumbres. Que desciende de la montaña haciendo un largo camino que aunque sinuoso y a veces caprichoso cobra sentido, hasta finalmente desembocar en el inmenso océano de la existencia.
No se trata solamente de ver el medio vaso lleno, sino también ser su contenido. Queridas lectoras y queridos lectores con esta publicación la serie titulada “Cannabis Medicinal” termina, pero entre nosotros no sé qué les parece, creo que este tema recién empieza.