POEMA
El año parace apagar su encanto
Madurar entre los vientos helados
Sentir que su alma se conjuga con los copos de nieve
Y temblar por la frialdad que hay en su cuerpo.
Se ve agonizante
Se le mira enrojecido por la sangre que aún circula por su rostro
Y entre sus quejidos de muerte
Vuelven a brotar raíces verdes de sus costillas.
Mirar cómo respiran las hojas nuevas de sus raíces
Cómo se abrazan entre las ramas
Cómo se tatúan sus arrugas entre las hojas
Miro el desencanto y hoy no sé, sí se muere
O se vive.
De la madre tierra brotan canarios
Cantando para que el sol amanezca
Para que el universo termine de mudar la piel muerta
Y así volver a brillar entre las montañas verdes.
Hoy mueren las frustraciones
Hoy se muda la piel reseca por el sol
Hoy se pierden los cabellos que sufrieron por amor
Hoy la sinergia del cuerpo con la tierra se refusiona.
Mañana la circulación sanguínea sigue su camino
La piel brillante alumbra los senderos
Las raíces vuelven a enredarse entre cuerpos
Y la humanidad almacena sus grandes recuerdos.