/Textos y Fotografías: Daniela Quinteros Rosas/
Un encuentro multitudinario de 40 mil personas cobijadas todas dentro de un mismo territorio y unidos bajo un festival de música y arte. Distensión, hermandad, lucha social, entretenimiento, recreación pero sobre todo la energizante vibración de sonidos que paralizaron el caos mundano por alrededor de 40 minutos que duraba cada show y que elevaron el espíritu e iluminaron el goce instantáneo y el recuerdo del sonido confabulando juntos para hacer de este encuentro un imbatible frenesí de melodías y expresión artística.