El centro de gravedad del comercio mundial se desplazará al Asia oriental y el Pacífico desde el 1 de enero de 2022, cuando se active el que será el mayor bloque comercial del planeta, expuso este miércoles 15 un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
La Asociación Económica Integral Regional (RCEP en inglés), por sus siglas en inglés) está formada por 15 países de Asia Oriental y el Pacífico con diferentes economías y etapas de desarrollo, y sus intercambios comerciales ya alcanzaron 2,3 billones (millones de millones) de dólares en 2019.
Se trata de Australia, Brunéi, Camboya, China, Corea del Sur, Indonesia, Japón, Laos, Malasia, Myanmar, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, países que suman 2100 millones de consumidores y comprenden casi un tercio de la economía mundial.
En comparación, los otros grandes pactos comerciales regionales por su peso en el producto bruto mundial son el acuerdo entre Canadá, Estados Unidos y México (28%), la Unión Europea (17,9 %), la Zona de Libre Comercio Continental Africana (2,9 %) y el bloque comercial sudamericano Mercosur (2,4 %).
El acuerdo RCEP incluye diversos ámbitos de cooperación, siendo las concesiones arancelarias un punto central, pues se eliminarán 90 % de los aranceles dentro del bloque, lo que se traducirá en breve plazo en un incremento de 42 000 millones de dólares en las exportaciones intrarregionales, según el análisis de la Unctad.
De ese monto, 17 000 millones de dólares corresponderían a incremento comercial favorecido por la caída de aranceles, y 25 000 millones a la reorientación del comercio, de países no-socios a las economías del nuevo pacto.
Mientras que muchos aranceles se suprimirán inmediatamente, otros se reducirán gradualmente a lo largo de 20 años, y los restantes se limitarán principalmente a productos específicos de sectores estratégicos, como el automotor y la agricultura, en los que muchos miembros del RCEP han decidido no liberalizar el comercio.
En medio de la pandemia covid-19, la entrada en vigor del RCEP también puede favorecer la resistencia del comercio, pues estudios de la Unctad muestran que el comercio en el marco de este tipo de acuerdos ha sido relativamente más resistente frente a la caída del comercio mundial provocada por la pandemia.
Se espera que las concesiones arancelarias produzcan mayores efectos comerciales para las economías más grandes del bloque, no por las asimetrías de la negociación, sino en gran medida porque los aranceles ya son bajos entre muchos otros miembros del RCEP.
El análisis divulgado por la Unctad en su sede en esta ciudad suiza considera que Japón sería el país que más se beneficiaría de las concesiones arancelarias del RCEP, principalmente por los efectos de desviación del comercio.
Se espera que las exportaciones de ese país aumenten en unos 20 000 millones de dólares, lo que equivale a un incremento de 5,5 % respecto a sus exportaciones a los miembros del RCEP en 2019.
El informe también encuentra efectos positivos sustanciales para las exportaciones de la mayoría de las demás economías, como Australia, China, Corea, y Nueva Zelanda.
Por otro lado, los cálculos muestran que las concesiones arancelarias podrían reducir las exportaciones de Camboya, Indonesia, Filipinas y Vietnam.
Esto se debería a los efectos negativos de desviación del comercio, ya que algunas exportaciones de estas economías podrían ser sustituidas por otros miembros del RCEP, debido a las diferencias en la magnitud de las concesiones arancelarias.
Por ejemplo, algunas de las importaciones chinas procedentes de Vietnam serán sustituidas por importaciones de Japón debido a la mayor liberalización arancelaria entre China y Japón.
Pero mejor estar dentro que fuera: los efectos negativos para algunos miembros del RCEP no significan que hubieran estado mejor permaneciendo fuera del acuerdo. De todos modos, se habrían producido efectos de desviación del comercio.
Incluso sin tener en cuenta otros beneficios del acuerdo, además de las concesiones arancelarias, los efectos de creación de comercio asociados a la participación en el RCEP mitigan los efectos negativos de desviación del comercio.
El informe cita el ejemplo de Tailandia, donde los efectos de creación de comercio compensan completamente los efectos negativos de desviación de comercio.
En general, el informe concluye que toda la región se beneficiará de las concesiones arancelarias del RCEP, y que la mayor parte de estas ganancias vienen de las exportaciones antes provenientes de los no miembros.
Finalmente se indica que, a medida que continúe el proceso de integración en el RCEP, estos efectos de desviación podrían amplificarse, un factor que no debe ser subestimado por los países que no son miembros del naciente acuerdo.