Durante años, Fyffes/Sumitomo (Sol Group Marketing) y sus empresas subsidiarias productoras de melones en el sur de Honduras han venido violentando las leyes nacionales y convenios internacionales sobre libertad sindical y negociación colectiva. Pese a las múltiples promesas, la transnacional frutera sigue arrasando derechos.

Como resultado del diálogo iniciado entre diciembre 2020 y mayo 2021, el Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria y Similares (STAS) y Fyffes estuvieron a punto de firmar un acuerdo vinculante.

Dicho acuerdo preveía la creación de una nueva empresa subsidiaria, la contratación del personal afiliado al STAS víctima de proscripción en las demás filiales meloneras y la negociación de un convenio colectivo.

Lamentablemente, como suele suceder, las promesas de la transnacional frutera quedaron en papel mojado.

“Efectivamente se constituyó la nueva empresa Solagro, pero Fyffes nunca quiso comprometerse a contratar a nuestros afiliados, ni siquiera a los miembros de la junta directiva de la seccional”, dijo a La Rel, Tomás Membreño, presidente del STAS.

Durante varios meses, Fyffes quiso tergiversar las cosas, desconociendo lo que se había acordado y retractándose de los acuerdos mínimos alcanzados.

Hasta el momento Solagro existe solamente en papel y no está operando.

Las pocas personas afines al sindicato que están trabajando (la cosecha comenzó en el mes de octubre) fueron contratadas por las otras dos subsidiarias, a condición de que renunciaran al STAS y se afiliaran a los sindicatos patronales.

“Ya son varios meses que Fyffes no da la cara y que pospone reuniones. La verdad es que siguen implementando políticas sucias aprovechando las necesidades de las familias”, lamentó Membreño.

Ante esta situación, el STAS estará entregando una carta a la transnacional frutera, evidenciando su irresponsabilidad y las graves consecuencias que conllevará su actitud hostil.

“Esto no puede seguir así. Esperamos que con el cambio que va a venir después de las elecciones de noviembre, las nuevas autoridades del trabajo sepan parar esta ofensiva patronal y garantizar el respeto de los derechos de las y los trabajadores en todo el país”, concluyó el presidente del STAS.

Debido a las innumerables y reiteradas violaciones a los derechos de trabajadoras y trabajadores de las meloneras, en los años pasados Fyffes sufrió la cancelación de la certificación de Fair Trade USA y de la membresía de la Iniciativa de Comercio Ético (ETI).

Además, la transnacional es parte de la queja laboral contra Honduras por la violación del capítulo XVI del RD-CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos).

 

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