Aquí podemos leer la segunda parte de la entrevista que otorgó el Secretario General de Unsar, Ernesto Samper, a los medios que conforman el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica. El diálogo se efectuó en Quito, en los estudios radiofónicos de ALER. La entrevista salió en vivo por toda la red de radios comunitarias asociadas y también por Radio Hache, a través de un especial de Continentes y contenidos.
Se puede escuchar el audio integral de la Entrevista:
Proceso de paz colombiano
“Después de 50 años de violencia armada, por fin estamos encontrando una luz al final del túnel de esa época de pesadillas que ha vivido Colombia por el enfrentamiento armado. Las negociaciones que se están haciendo actualmente en La Habana nos permiten ser, relativamente, optimistas de que vamos a conseguir un acuerdo que ponga fin a la lucha armada y todos hemos estado acompañando estos esfuerzos que están haciendo las FARC y el gobierno del Presidente Santos para encontrar esta salida política. De hecho, hay países de Unasur que están participando como facilitadores en estos diálogos, como es el caso concreto de Venezuela y de Chile, para no hablar de Cuba que no está en la Unasur, pero es como un primo hermano que está facilitando todos esos acuerdos. A partir del momento en que se firmen los acuerdos de La Habana, estaríamos consiguiendo lo que se podría llamar, la paz negativa, es decir, la ausencia de enfrentamiento armado. Pero es en ese momento donde empieza la parte dura que es reconstruir un país que ha estado 50 años resolviendo sus problemas a través de la violencia, encontrar caminos de reconciliación, para la búsqueda de esos caminos que pasan por la justicia, que pasan por la verdad y que pasan por la reparación, Unasur está abierta a confluir en lo que pueda ser necesario para esta transición del conflicto al desconflicto”.
Garantizar que los procesos democráticos se mantengan en los países
“Unasur ha estado permanentemente vigilante de todas las posibilidades de ruptura democrática, de hecho sus intervenciones más emblemáticas han sido en momentos de crisis y amenazas de ruptura, como sucedió en Bolivia, con las pretensiones separatistas territoriales, la legitimación de las elecciones en el caso de Venezuela, la intervención rápida cuando aquí en Ecuador hubo un brote disruptivo de las fuerzas de seguridad, lo mismo sucedió cuando en el caso colombiano de intentar establecer unas bases militares en la frontera con Venezuela. Creo que estas han sido intervenciones que prueban que Unasur va a estar vigilante y ese va a ser su papel donde quiera que haya una amenaza real de desestabilización de cualquier país. La función del Sec. Gral de Unasur es hacer rápido la denuncia y convocar a los mecanismos que están en los estatutos de Unasur para que se tomen las decisiones que sean adecuadas” explicó el mandatario.
Unasur zona de paz y utilización de presupuestos militares para otras necesidades
“Uno de los consejos que está funcionando bien en Unasur es el Consejo Sudamericano de Defensa, porque este Consejo no se basa en las viejas hipótesis que existían hace 30, 40 años de que el problema de la seguridad era un problema de seguridades nacionales, que cada país tenía su problema de seguridad y lo arreglaba como podía, apelando a apoyos externos. En la hipótesis de seguridad en la cual se está trabajando actualmente en Unasur es el concepto de seguridad hemisférica, somos todos los que estamos amenazados y todos los que tenemos que resolver nuestros propios problemas de seguridad. Aquí ya no estamos trabajando con hipótesis de conflicto y todos sabemos que hay algunos sectores interesados en que haya conflictos entre nuestros países porque esos conflictos se resuelven comprando más armamentos y los armamentos llevan a que se compren más municiones para utilizar esos armamentos, sino que estamos trabajando sobre hipótesis de confianza. La confianza que se pueda establecer entre nuestros países para que este tipo de situaciones sean resueltas de una manera amigable, a través de una resolución pacífica de controversias y salidas políticas de lo que podrían llegar a ser conflictos armados. Eso me lleva a validar su reflexión de que en la medida de que la política de defensa de la región esté basada en estas hipótesis de confianza y de salidas pacíficas, en esa medida vamos a poder destinar un mayor número de recursos de los que hoy tenemos destinados en gasto militar para tareas de legitimación del estado, a través de su presencia social. Es exactamente el caso que estamos viviendo en Colombia, donde si se llegaran a concretar los acuerdos de paz podríamos pensar que parte de los recursos que se invierten en equipamiento militar podrían ser reorientados hacia una presencia social. Que se desestime totalmente la presencia militar, creo que son los mismos militares los más interesados en que simultáneamente a la presencia que ellos hacen en nombre de los estados, esta presencia vaya acompañada del factor legitimante de una fuerte inversión social. Sí, es uno de los temas que nos preocupan y que estamos trabajando para que no nos salgamos de esa hipótesis de que lo que tenemos es una amenaza regional y no que cada estado esté amenazado y, mucho menos, que el enemigo de cada estado sea su vecino” abordó el político.
Ciberespionaje, ciberdefensa y derechos de la ciudadanía
“Esta es la pregunta del millón. La agenda del Consejo Sudamericano de Defensa y esto lo he hablado con varios Ministros de Defensa, he podido tener entrevistas personales en estos viajes que he estado haciendo y el tema de la ciberdefensa es un tema fundamental. Por las redes abiertas por donde hoy día están circulando los datos, las informaciones, las transacciones financieras, las operaciones comerciales, los conocimientos… Por esas mismas redes también están circulando el narcotráfico, la corrupción, el terrorismo, se están concretando los tráficos de armas. Las redes que son virtuosas para efectos de globalizarnos, también son muy peligrosas porque transmiten una serie de patologías globales que nos están comenzando a afectar y hacer daño. Hay una propuesta para que este tema de la ciberdefensa sea abordado de una manera conjunta con los responsables de las comunicaciones en cada uno de los países, que se trate, fundamentalmente, de hacer segura la red. Y esa seguridad tiene que ver no solamente con que no puedan circular estas amenazas, sino con que los ciudadanos tengan la seguridad o tengan la garantía de que sus comunicaciones, de que sus relacionamientos individuales no van a ser objeto de ningún tipo de interferencia. Y allí creo que hay una inquietud válida. Alguien me comentaba que adicionalmente, dentro de esta política de ciberdefensa se está pensando que haya un cable submarino que nos conecte directamente con el mundo sin pasar a través de ninguna intermediación y creo que esta es una inquietud que también es válida en el concepto de tener un relacionamiento autónomo entre nosotros” explicó Ernesto Samper.
Repolitizar Unasur y Naciones Unidas
“En la región debemos repolitizar las relaciones y desideologizarlas. Porque los Presidentes y los Cancilleres tienen que llegar a estas reuniones, no solamente a aprobar acuerdos sectoriales, sino a hablar de política. Cuando yo estuve en la Presidencia de Colombia siempre cuando llegaba a estas reuniones decía “firmemos el documento que tenemos que firmar, que no lo vamos a leer todo, pero hablemos de política”. Hablemos de cuál es la posición, por ejemplo de Unasur en tema de drogas. En la Cumbre de las Américas que tuvo lugar este año en Cartagena se metieron 3 temas que serían impensables que se pudieran siquiera mencionar en una agenda hace 10 años en una reunión a la cual asiste el Presidente de los Estados Unidos, pero ahí se metió el tema de una política en la materia de drogas, el tema de qué hacer con Cuba, el embargo de Cuba llevamos votando hace muchos años, cada día hay más países que están en contra del embargo y esto no produce ningún resultado, lo cual me lleva a otro tema: las Naciones Unidas. ¿Qué vamos a hacer con la reforma de las Naciones Unidas? Hay una posición unificada de Unasur frente al tema de Naciones Unidas, cuáles son nuestros problemas relacionados con el tráfico de armas. Yo creo que en ese sentido hablo de repolitizar, no debemos tener miedo a hablar de nuestra raza, inclusive, los temas que nos diferencian, Unasur es el escenario para dirimir controversias entre nosotros, para poder utilizar el escenario privilegiado de una cumbre para reunirse en una habitación sin que haya la presión mediática, para solucionar diferendos como hermanos. ¿Y por qué desideologizar? Porque creo que debemos partir de la base del respeto, que cada uno debe tener por el pensamiento del otro y aquí sí hay distintas visiones. En América hay distintas visiones sobre desarrollo, discusiones inclusive ideológicas, pero podemos convivir con esas distintas visiones, respetando el derecho de cada uno a pensar diferente. A mí me llama la atención que cuando en Europa hay estos conflictos étnicos y guerras religiosas y se matan los unos con los otros, dicen “no, esto es una sana expresión del multiculturalismo europeo” y cuando aquí hay diferencias del pensamiento o alguien tiene una visión distinta del otro dicen que “estamos fragmentados políticamente, que estamos divididos, que estamos enfrentados”. No caigamos en la trampa de la ideologización, aquí hay muchas cosas que nos están uniendo y yo menciono sólo una de ellas: la agenda social. No ha habido uno solo de los 12 países de Unasur que en los últimos 10 años no haya avanzado en la reducción de la pobreza y todo lo han hecho porque son conscientes de que si no legitimamos a través del progreso social lo que estamos haciendo en materia de democracia, no vamos a llegar a ninguna parte” concluyó el dirigente.
Desafíos personales al frente de Unasur
El Secretario General comentó sus intereses personales de la gestión: “Yo quiero mover 3 temas que me llaman poderosamente la atención que no habían sido los temas centrales, digamos, articuladores del proyecto político de Unasur. Uno es el tema de género, me parece que esta es una de las manchas que tiene la región para hablar con toda sinceridad, son los desequilibrios de género y los informes de la ONU recientes sobre la discriminación de género muestran, claramente, que esta es la región que se discrimina más a la mujer en términos económicos y laborales. Hemos avanzado en el tema de incorporación al sistema educativo, inclusive culturalmente, pero en el tema económico y laboral somos una de las regiones más injustas en tema de mujeres. Quiero que el tema de género esté presente en las consideraciones de Unasur. Segundo, el tema medioambiental, se va a celebrar muy próximamente en el Perú una de las más importantes cumbres en materia de medio ambiente y en materia de equilibrio ambiental. Ese tema tiene que estar como un eje transversal en todos los esfuerzos de Unasur. Y, finalmente, está el tema de los derechos humanos, no se puede reducir a un debate sobre violaciones esporádicas de los DDHH en uno u otro país, eso es importante, pero no son todos los DDHH. Debemos garantizar la vigencia real, objetiva, de los derechos humanos, económicos, sociales, en toda la región. Creo que esas son 3 preocupaciones que aspiro que en esta misma entrevista dentro de 2 años, cuando yo ya me vaya a retirar de este cargo, pues en eso, yo les pueda decir que en esos temas avanzamos un poco”.
5 de diciembre, inauguración nueva sede de Unasur en Quito
“Yo diría que el 5 de diciembre va a estar señalado por dos palabras: convergencia, que es el deseo que tenemos de que todos estos procesos regionales converjan mirando todos hacia unos mismos objetivos. No es que cada uno no tengo el derecho de buscar su camino, pero que en la búsqueda de ese camino no se aparte de una meta que compartamos entre todos. Y segundo, solidaridad, me parece que Unasur puede dar un ejemplo a otros de integración en el mundo, de cómo el concepto de solidaridad es un concepto efectivo. Cuando mandamos a través de Cuba 200 médicos cubanos para el tema del Ébola al África o cuando Petrocaribe ayuda a financiar la factura o cuando Mercosur le extiende la visa de residente a todos los ciudadanos sudamericanos, cuando hacemos todos esos esfuerzos por disminuir el número de pobres en la región, ahí todos estamos mirando en el mismo sentido que es que esto no es sólo un problema de cabezas, sino también es un problema de corazón”.