Luego de intensas negociaciones la COP26 realizada durante los últimos 12 días en la ciudad de Glasgow, Escosia, concluyó este sábado después de haber aprobado a última hora un cambio introducido por India que significó el reemplazo de la palabra «eliminación» por «progresiva reducción» del carbón como medida contra el cambio climático. El gigante asiático en una agresiva táctica, forzó la reformulación de un artículo clave sobre este tema del carbón.
La cumbre no concluyó con brindis ni felicitaciones de los delegados, solo con breves aplausos por haber al menos logrado un consenso que acerca la meta de limitar a 1,5 grados el calentamiento del planeta durante este siglo, tras dos semanas de intensas y tensas negociaciones.
El presidente británico de la cumbre de la ONU, Alok Sharma, con lágrimas en los ojos y dificultades para poder articular las palabras, imploró al plenario respaldar el Pacto del Clima de Glasgow a pesar de la «profunda decepción» que causó a la mayoría de los delegados de los 197 países asistentes la maniobra de los representantes de India.
El inesperado anuncio que alejaba la eliminación progresiva del carbón, como estaba previsto en el borrador ya acordado, tuvo tintes dramáticos. Justo en el mismo momento en que el representante indio exigía la modificación del texto, sobrevolaba un helicóptero encima del centro de convenciones Scottish Event Campus donde se desarrollaba la sesión, haciendo que su voz apenas fuese audible para el resto de los asistentes. Las caras de decepción y los gestos de frustración no tardaron en evidenciar lo ocurrido. Comenzando por la del propio Sharma, que asistía atónito a la escena.
La mayor alegría, en cambio, se había producido en el centro de convenciones cuando se aprobaron por unanimidad los artículos para la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París de 2015, relativo a la colaboración de las partes en la reducción de emisiones y los mercados de carbono.
Por eso se esperaba que el Pacto de Glasgow marcara un punto de inflexión, señalando el principio del fin de los hidrocarburos. Incluye, sin embargo, los pagos futuros a los Estados pobres que ya se ven devastados por los efectos de un calentamiento global que no han instigado. Las negociaciones en Glasgow fueron muy difíciles. Sin embargo, organizaciones como Greenpeace valoraron que los hidrocarburos se mencionen por primera vez en el documento oficial de unas negociaciones climáticas.
«Los compromisos de los países siguen siendo insuficientes y no evitan los peores efectos del cambio climático», señaló Florent Marcellesi, coportavoz del partido ecologista español Verdes EQUO, quien enfatizó en que «gracias a la presión de la juventud, el pacto de Glasgow mantiene una mayor ambición climática en línea con el Acuerdo de París».