Al viejo y amplio mundo de la banca le sale competencia en forma de ‘startups’, a las que los inversores miran con buenos ojos y los gigantes bancarios y tecnológicos se quieren comer. Según sus entusiastas, o los bancos cambian mucho o, de aquí a veinte años, habrán muerto.

Por Analía Plaza para hojaderouter.com

¿Cuánto te cobra el banco por mantener tu cuenta? ¿Y por sacar dinero? ¿Cuántos días tarda en llegar una transferencia? ¿Y si es a otro país? Los datos dicen que las comisiones bancarias aumentaron un 10% en 2014. “Pero no cobran la comisión porque sí, sino porque han heredado una estructura muy grande que hay que mantener”, considera Alfonso Sáinz de Baranda, fundador de  Dinaru (una ‘start-up’ que en julio se fusionó con ahorro.net y cambió su nombre). Tan grande y costosa que hacen de todo: recibir tu nómina, guardar el dinero, transferirlo (y tardar dos días), dar crédito y tarjetas, conceder hipotecas o venderte productos – no siempre de calidad – para que tus ahorros tengan rentabilidad.

“Es un negocio de ‘yo lo hago todo’”, continúa. A eso súmale la expansión territorial. “La banca se ha basado en ‘cuantas más oficinas, más negocio’”, afirma Philippe Gelis, CEO de Kantox. Cuantas más oficinas, más clientes que domicilian la nómina y a los que colocar sus productos. Sin embargo, el sector financiero ya no funciona así. “Eso es falso hoy en día. En España, por ejemplo, han cerrado miles de sucursales”. Desde 2008, 12.352.

Lo hago todo, pero mal

Kantox (transferencia de divisas P2P) y ahorro.net (gestor financiero ‘online’) son dos ‘startups’ españolas del llamado ‘fintech’ – ‘financial technology’ o tecnología financiera -, el nuevo sector favorito de los inversores de internet. “Hacen una sola cosa, pero la hacen muy bien”, afirma Sáinz de Baranda. A la banca, cuya estructura gigantesca le impide ir al ritmo del siglo en el que vive, le han salido pequeñas competidoras que gracias a la tecnología son más rápidas, más baratas y que solucionan un problema concreto del gran todo que el sector es.

Vamos a ver ejemplos. Como el actual ahorro.net, la española Fintonic sigue la estela de la estadounidense Mint: con gráficos vistosos, te dice lo bien o lo mal que van tus cuentas. “Tú dedicas tiempo a hacer un Excel que nosotros hacemos en un minuto”, continúa el fundador de la primera. A partir de ahí, recomiendan productos o descuentos. “Queremos que mejoren tus finanzas sin que te des cuenta. Es lo que debería hacer un banco. Cuando tienes dinero, un banco te dice: ¿quieres reinvertir tus ahorros? Pero te ofrece un producto suyo”.

Mint, de Estados Unidos, una de las herramientas de finanzas personales más populares

Mint, de Estados Unidos, una de las herramientas de finanzas personales más populares

Más ejemplos. Desde junio*, los pagos en Europa se hacen dentro de la Zona Única de Pagos en Euros, una norma para que las transferencias en todos los países sean iguales. Esto afecta a empresas que envían recibos (la luz, el teléfono…) «El estándar es muy complicado. Es un proceso que no todo el mundo entiende, que a los bancos ha pillado tarde y que han solucionado con aplicaciones de escritorio que no están muy bien”, explica Alberto Molpeceres, fundador de Besepa. Detectado el problema, este servicio recién lanzado le pone solución. «El movimiento de dinero entre bancos sólo lo pueden hacer los bancos, pero hay gente que ha empezado con servicios como el nuestro, que simplifican el trabajo con ellos».

Cuidado: tu banco te tima (y yo me salto su norma)

La publicidad de Transferwise, otra vez

La publicidad de Transferwise, otra vez

Las calles de Londres vivieron hace meses una guerra muy particular: Transferwise, otra ‘startup’ financiera, las llenó de anuncios contra los bancos. Las autoridad publicitaria le hizo quitarlos por “falsos”. “Demuestra lo engañosa que es la frase ‘sin comisión’. Bancos y ‘brokers’ usan un lenguaje confuso para ocultar comisiones y aumentar beneficios”, explica su cofundador, Taavet Hinrikus. Donde ahorro.net, Fintonic o Besepa complementan al banco, Transferwise no sólo compite sino que no se corta y ataca de esta forma.

Transferwise sirve para hacer transferencias internacionales sin pagar la comisión y tipo de cambio que establecen los bancos (que no suele ser el de mercado). “El cofundador, Kristo, y yo nos mudamos a Londres y teníamos que pagar para transferir dinero a Estonia», cuenta Hinrikus. «Yo trabajaba en Skype y cobraba en euros, pero vivía en Londres. Kristo trabajaba en Londres, pero tenía una hipoteca en euros en Estonia. Vimos que podíamos cambiar dinero entre nosotros al precio de mercado, que nos ahorrábamos una fortuna y que podía ser un gran negocio. Años después, nació Transferwise”. Con más de mil millones de dólares transferidos, cobran un 0,5% de comisión y, recalcan, han ahorrado a sus clientes 45 millones en comisiones ocultas.

Desde Barcelona,  Kantox hace lo mismo pero enfocado a empresas. Desde Valencia, entre Universidades internacionales y estudiantes,  peerTransfer también. Tanto Transferwise en Reino Unido como Kantox y peerTransfer en España están entre las ‘startups’ que más inversión han recibido últimamente. Transferwise consiguió en mayo 25 millones de dólares; peerTransfer, 6,2 en enero; y Kantox, 6,5 en febrero. Son dos de las diez operaciones más cuantiosas de este año en nuestro país.

Como Hinrikus fue uno de los primeros trabajadores de Skype y Skype fue la tecnológica que empezó a ganarle espacio a las operadoras, muchos ven en Transferwise la metáfora perfecta de lo que pasará con la banca. “Hay oportunidades”, añade Gelis. “Mira todo lo que hace un banco: banca, seguros… Excepto en la banca de inversión, habrá disrupción en cada segmento financiero. ¿Cuánta parte del mercado se llevará el ‘fintech’? Esa es la cuestión”.

Además de transferencias internacionales y finanzas personales, lo candente ahora mismo son, claro, los pagos móviles y los préstamos entre personas. Ejemplos: Square, del fundador de Twitter y para pago en comercios (en EE.UU.), ya lleva 590 millones de dólares de financiación. Lending Club, en San Francisco, se prepara para salir a bolsa. Son dos de las compañías tecnológicas más valoradas del mundo.

Los bancos y las grandes tecnológicas son más listas que los periódicos y las discográficas

Enero: MasterCard, Lloyds, Amazon y Google anuncian una aceleradora ‘fintech’ en Londres. Febrero: BBVA compra por 85,4 millones Simple, una ‘app’ estadounidense que integra su propia VISA. Marzo: nace Spain Fintech Hub para que “España sea referente de innovación bancaria”. Abril: Telefónica, La Caixa y Santander lanzan Yaap, una ‘app’ de pagos y envío de dinero por el móvil. Mayo: Amazon lanza un programa para ‘startups’ de Fintech. Octubre: Apple lanza Pay, su sistema de pagos móviles (aunque Google tenía algo similar, Wallet, desde 2011). La semana pasada: BBVA anuncia un acuerdo con Dwolla, una ‘startup’ estadounidense que simplifica las transferencias móviles. Y eso sólo por nombrar algunos movimientos del sector. Sus números van así (y ya se oye que hay burbuja de valoraciones):

Inversión global en tecnología financiera

Inversión global en tecnología financiera

“Viendo lo que sucedió en la industria de periódicos o música, creo que los bancos serán más listos”, considera Gelis. “Ya hay muchos ejemplos de industrias con disrupción, así que tratarán de adaptarse mejor. Hay aceleradoras, firmas de capital riesgo… Cosas que otras industrias no vieron antes”.

Uno de los mejores ejemplos está en España: BBVA lleva varios años comprando o invirtiendo en ‘startups’ financieras. Las últimas han sido Simple y Dwolla, pero en 2008 lanzó junto a Strands (empresa de datos) el gestor de finanzas personales Tú Cuentas, del que ya no queda nada. Y como BBVA, gigantes de la tecnología como Amazon o Google se meten en aceleradoras (para verlas, invertir en ellas y si eso comprarlas).

El mayor reto para las ‘startups’ es que “la gente sepa que tiene esa necesidad, que nuestros padres y madres conocen porque les ha costado ahorrar” (ahorro.net), que “se entere de cuánto la timan” (Transferwise) y que sepa que los servicios financieros no tienen por qué ofrecerlos solo los bancos (Kantox).

“Mi visión”, concluye Sáinz de Baranda, “es que los bancos van a ser un ‘commodity’ y que quienes saquen rentabilidad van a ser ‘startups’ – más ágiles y con menos costes – que compiten contra ellos. Son estructuras muy grandes y no están en el negocio de ayudar al usuario sino de vender sus productos. Ahora son marcas muy potentes, pero se convertirán en marcas blancas”.

“Será un proceso largo”, considera Gelis. “La gente de 60 años no se va a convertir a productos ‘online’. Pero de aquí a 20 años, o los bancos cambian mucho o habrán muerto”.

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Las imágenes que aparecen en este artículo son propiedad de Transferwise, Mint y CB Insights

* Una versión anterior de este artículo indicaba que era desde enero, pero, apunta Molpeceres, «la obligatoriedad de seguir el estándar bancario entraba en vigor en febrero y se retrasó a junio porque lo pidieron los bancos».