Eugenio tiene 28 años. Se fue en 2012 de su país y se instaló en la Argentina. La Comisión Nacional para los Refugiados dijo que el motivo por el cual debió dejar Rusia fueron «la violencia, la discriminación y la inseguridad sufridas bajo pretexto de su orientación sexual”.
La Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE), le otorgó esta semana el estatus de “refugiado humanitario” a Eugenio, que se asume gay, tiene 28 años y dejó su país porque sentía que las leyes no acompañaban su elección sexual. Eugenio había iniciado el pedido de refugio hace un año y piensa pedir la ciudadanía argentina.
Eugenio –lo llamaremos así para el resguardo de su identidad- nació en Moscú y estudió Economía. Siempre le gustó viajar y pasó tiempo en Estados Unidos, Francia, Australia y Reino Unido. Pero cuando visitó Argentina por primera vez, hace cinco años, se sintió tan cómodo que pensó en quedarse. En 2012 volvió y se quedó definitivamente. “Cuando un conductor de la tele más grande en mi país dijo en vivo que ‘en caso de accidente debemos quemar los corazones de homosexuales, por no servir para transplantes’. Toda la gente lo aplaudió: en ese momento entendí que no podría convivir con esa locura e ignorancia total”, dijo Eugenio a Infojus Noticias.
A partir de la noticia, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) celebró la decisión: “La Argentina es pionera en materia de reconocer la discriminación motivada en la orientación sexual o la identidad de género entre los criterios que habilitan el reconocimiento de la condición de refugiado o refugiada, en consonancia con las recomendaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Por cierto, en el informe de la secretaría ejecutiva de la CONARE se deja en claro que el motivo por el cual Eugenio debió dejar su país fueron la violencia, la discriminación y la inseguridad sufridas bajo pretexto de su orientación sexual”, dijo la FALGBT en un comunicado.
La Ley 26165 de Protección General al Reconocimiento y Protección al Refugiado, dictamina que el término “refugiado” se aplicará a toda persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o no quiera acogerse a la protección de tal país” como también para aquel que “careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera residencia habitual, no pueda o no quiera regresar a él”.
En otro de los puntos la ley señala que refugiado es quien huyó de su país de nacionalidad o de residencia habitual, para el caso en que no contara con nacionalidad “porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público”.
La situación de refugiado le permite a Eugenio acceder a una documentación provisoria, que lo acredita para trámites, contratos, estudios y demás derechos ciudadanos. “Ahora estoy en proceso de terminar de ser un extranjero y comenzar a ser un ciudadano. Es difícil, no voy a mentir. A veces es doloroso cuando ves muchos problemas del país pero no podes hacer nada por no tener derechos de expresar tu opinión en las elecciones”, dijo Eugenio, que a partir de la sanción en Rusia de la “Ley contra la propaganda de relaciones sexuales no convencionales”, en 2013, sintió que ya no quería regresar a su lugar natal.
En Argentina, todos los aspectos vinculados a la protección, asistencia y búsqueda de soluciones para los refugiados son tratados por la CONARE, creada por la Ley 26165. La CONARE está integrada por funcionarios del Ministerio del Interior, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, del Ministerio de Desarrollo Social, del Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI), del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y de una Organización no Gubernamental sin fines de lucro (éstos dos últimos participan con voz pero sin voto).
La CONARE tiene la misión de decidir la concesión del estatuto de refugiado a una persona y también la responsabilidad de proteger los derechos de los refugiados y contribuir en la búsqueda de opciones para su integración local y asistencia. La “Guía para refugiados y solicitantes de asilo en Argentina”, contiene los procedimientos, resoluciones, deberes, derechos y direcciones útiles para los solicitantes.
Por Infojus Noticias