POEMA
Soy la mujer que brota del maguey,
la que sentada frente al agua miel,
cura sus más oscuros pesares,
la que olvidó a través del viaje.
Maguey que me produces locuras
Ambiciones oscurecidas
Anhelos de trascendencia
Despojo de materiales oxidados
Anestesia de heridas.
Te miro al brotar y me reflejo,
porque eres delicado al tocarse,
sabio para curarme
Y amoroso para iluminarme.
No en vano te llevas mis penas,
y mi rostro floreces.
No a propósito me curas el susto,
para convertirme en hierba buena.
Sin más,
sanaste mis dolores más profundos,
para convertirlos en arena.
Soy el maguey que habita
la tierra de mis ancestros,
el conocimiento de mi cuerpa,
la amargura convertida en luna llena,
el llanto desdibujado.
Soy el maguey
convertido en mezcal,
transmutado en mujer medicina
Y representado como la esperanza
de la oscuridad
que habrá de borrarse con el sol.
Soy el mezcal que respetas,
el trago que cura,
la sensación que afecta,
transforma
y trasciende en un cuerpo
sano y vivo.