“Mire, voy a ser muy franco… puedo decirle que efectivamente estoy en conocimiento que los dueños de Penta aportaron a mi candidatura y lo hicieron a través de Banmédica. Pero nunca supe cuánto dinero aportaron a mi campaña”.-

Tal aseveración la hizo el Diputado José Antonio Kast (UDI), quien recibió más de $94 millones de pesos en aportes reservados, es decir, de no mediar sus declaraciones nunca podríamos saber quién le financió su campaña. Por otra parte, su sobrino, el también Diputado Felipe Kast (Evópoli), señaló a una periodista: “Si sólo tenemos más transparencia podemos volver a los maletines negros”.

Cabe señalar que Felipe Kast recibió más de $200 millones de aportes reservados.

Además, el propio presidente del PS, el diputado Osvaldo Andrade -quien recibió $25 millones en aportes reservados- señaló: «entre el aporte directo del maletín cochino y el aporte reservado, prefiero el reservado».-

La figura del “Señor del maletín negro” se utiliza en política para graficar la entrega subrepticia de dinero en apoyo de un candidato o, dicho en chileno, el hecho de coimear a un candidato para después “cobrarle” el apoyo.

Es bueno recordar que la actual ley de financiamiento político, que permite los aportes reservados, es producto del llamado Acuerdo Lagos-Longueira realizado el año 2003 por el duopolio, cuando el entonces Presidente Lagos tambaleaba por el escándalo Mop-Gate.

Hasta antes de ese acuerdo, todos los candidatos del duopolio financiaban sus campañas a través del “Sr. del Maletín negro”, es decir, se actuaba de manera similar a como lo hacía el famoso narcotraficante llamado el “Señor del Mal”.

Patético resulta recordar las palabras que Longueira utilizó para justificar la aprobación de los aportes reservados, en dicha sesión les señaló a sus colegas diputados: “¿En estos días algunos pueden estar siendo extorsionados porque recibieron platas en las campañas? Eso se acabó, amigos. Este es un golpe a los extorsionadores”.- Es decir el propio Longueira, el duro entre los duros, reconoce que había extorsión del “Señor del Mal(etín) negro” aunque postulaba que con los aportes reservados tal extorsión se acabaría.

Pues bien, la Ley de Financiamiento Político simplemente vino a “blanquear” la figura del maletín negro, colocándole algunas restricciones y topes que tienen la dificultad que son muy difícil fiscalizar y, peor aún, si se llegan a comprobar ilegalidades, las sanciones son simples multas y el diputado o senador puede seguir ejerciendo su cargo a pesar de haber recibido aportes ilegales.

Es decir, desde que entró en vigencia la Ley de financiamiento, los Señores del Mal(etín) pueden seguir ejerciendo sus aportes (extorsiones incluidas) pero ahora amparados en la oscuridad y las sombras que la propia ley les garantiza.

Entonces, luego del acuerdo Lagos-Longueira, pasamos de la figura del “Sr. del Mal(etín) negro” a situaciones como las del Sr. DelAno. Este señor DelAno, multimillonario dueño de empresas como Banmédica y Banco Penta, entre otras, reparte millones a diestra y siniestra a los candidatos que él quiere que salgan electos. Y al igual que cualquier poderoso que se precie de tal, este Señor DelAnol se cree por sobre la ley. Entonces, como no le bastó apoyar con el máximo legal permitido ($28 millones) a algunos de sus candidatos regalones, quiso apoyarlos aún más, para la cual – ahora burlando la ley – les entregó más dinero a través de boletas por servicios que nunca se prestaron.

Pero, de la misma forma que ese otro famoso Señor del Mal que traficaba alcohol, este Señor DelAno se olvidó que con los impuestos no se juega, por lo cual el Servicio de Impuestos Internos inició una denuncia en su contra y en contra de los candidatos que aparecen involucrados.

Y es por esta razón que se ha gatillado la discusión pública acerca de la conveniencia de los aportes reservados. Algunos los defienden argumentando que si no existieran entonces volveríamos a la época del Sr. del Mal(etín). Afirmación francamente idiota… o cómica, pues me recuerda aquel juego de niños cuando nos preguntábamos ¿qué es mejor el pichí o la caca?.

Es idiota pues ¿alguien puede creer que quien otorga millonarios aportes lo hace sin exigir nada a cambio, o como dijo Longueira, sin extorsionar? Y es cómica pues gráfica muy bien a quiénes la formulan que piensan que uno les va a creer como si fuéramos niñitos de pecho.

Por mi parte, al igual que cuando lo hacía en mi niñez, no acepto aquella tramposa discusión entre el Señor del Mal(etín) o el Señor DelAno, ambas alternativas son pésimas y es una falsa y mañosa discusión.

La política debe financiarse con absoluta transparencia porque, tal como dijo el Diputado Boric (CERO millones en aportes reservados) “aquel que le tema al Maletín es mejor que se vaya para la casa y deje de ser parlamentario”.-

P.D.: Por transparencia declaro que estoy afiliado o, mejor dicho secuestrado, a Banmédica pues – producto de la ley de Isapres – si me cambio de Isapre me aplican las preexistencias. ¿Se inhabilitará el diputado Kast, el tío, cuando se discuta tal ley?.-

@Efren_Osorio
Secretario General
Partido Humanista de Chile