Tercera entrega del espacial sobre la situación de Buenaventura desde la Redacción Colombia:
Primer informe: Buenaventura, un pueblo que exige vivir en paz
Segundo informe: Colombia: Buenaventura una ciudad olvidada por el Estado
Por: Stephanía Aldana Cabas
En Buenaventura confluyen varios procesos sociales y culturales que le permiten a la población forjar referentes para crear nuevos proyectos de vida y, paralelamente, generan procesos de memoria que les permite a las comunidades forjar resistencia y la construcción de un territorio en paz.
En esta tercera entrega sobre la situación del puerto de Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca, resaltamos los proyectos de distintas organizaciones sociales que han sido creadas por sus habitantes, para arrebatarle del conflicto armado, las drogas, el reclutamiento forzado y la trata de personas, a los niños, niñas, adelescentes y jóvenes que viven en medio de situación de pobreza y con limitadas oportundiades de acceso a la educación básica y superior.
Además, estas fundaciones se han encargado de movilizar hacia el arte, el deporte, la música y la protección del medio ambiente, a los menores y la juventud de distintas comunas, al tiempo que crean conciencia sobre territorio, las problemáticas sociales y la memoria histórica, como medio para forjar líderes y promotores que creen salidas enfocadas en la paz, la equidad y el desarrollo territorial.
En Buenaventura hay más de 15 organizaciones sociales que promocionan el arte y la cultura como una de las soluciones para salir del conflicto intraurbano, según datos entregados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La memoria histórica en las tablas
La obra de teatro Tocando la Marea es el resultado de la unión del Semillero Teatro por la Vida, un proyecto que presentó un montaje para el informe: Buenaventura un puerto sin comodidad, resultado de una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, divulgado en el año 2012.
Jhon Erick Caicedo, un sociólogo bonaverense y aspirante a magister en abordajes psicosociales para la construcción de culturas de paz y la maestra en danza e historiadora, Juana Ibanaxca Salgado, convocaron a jóvenes y adultos mayores a revivir, mediante el color, la pérdida de sus familiares o allegados, la privatización del puerto de Buenaventura, la ilegalidad y las transformaciones culturales que han dejado los diferentes grupos armados en la región.
Para recrear estos tipos de entornos, usan el teatro como un método de resistencia pacífica que, acompañadas del folklor (danzas y ritmos), reconstruyen las historias de tres generaciones. De esta forma, buscan crear apropiación del territorio, conciencia y transmitir esperanza a la población.
“Este tipo de iniciativas han generado nuevos proyectos de vida entre los adolescentes y jóvenes, pues ven en el arte una salida ante la situación social y económica que atraviesa Buenaventura, y deciden estudiar dramaturgia y comprometerse en procesos de arte en los que se rechazan las situaciones de violencia. Además ha generado la conformación de territorios de paz con dignidad, en distintos barrios de la zona portuaria”; indicó Jhon Caicedo.
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El Semillero Teatro por la Vida está conformado por adolescentes desde los 14 años y adultos de 75 años, quienes a través de sus experiencias generan procesos de aprendizajes, sensibilización e intercambios generacionales. “Con este tipo de relaciones que se forjan dentro de nuestro semillero, buscamos atraer a la juventud que es proclive a ser reclutada forzosamente por los distintos actores armados y darles a través de los distintos talleres, herramientas que les permitan ver otros referentes y proyectarse a sí mismos, más allá de la realidad actual”, agregó Caicedo.
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Desde la presentación de la obra de teatro, al semillero han llegado más jóvenes, quienes empezarán en los próximos meses su acercamiento al teatro a través de distintas actividades que les permitirán conocerse y desarrollar habilidades comunicativas para participar en la siguiente obra denominada Lección del piano: de la selva a la marimba, que representa el desplazamiento, la desaparición forzada y el despojo de los territorios en Buenaventura, que se espera sea estrenará en el 2022.
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Grafitis y resistencia en las calles de Buenaventura
La Fundación Progreso y Paz (PRO&PAZ) desarrolla y promueve proyectos educativos, culturales, sociopolíticos y deportivos para niños, niñas adolescentes, jóvenes y adultos en los barrios San Francisco, Juan XXIII, Kenedy, San Luis, Miramar y Olímpico, de la comuna 7 de Buenaventura.
La fundación nació el 31 de enero de 2013, de la mano de un grupo de amigos, entre ellos Bryan y Carlos, líderes del proyecto que les ha permitido llevar a varios jóvenes hacia entornos de paz, a través de campeonatos de fútbol, talleres de música urbana, música folclórica y el graffiti.
Foto: Fundación Progreso y Paz
Este último, uno de los más importantes entre los jóvenes, ha permitido conformar promotores de cultura y de espacios socioculturales, reconocimiento del territorio y de resistencia pacífica ante la situación de desigualdad y pobreza que ha marcado a Buenaventura.
Así, la fundación, lanzó su proyecto musical el 25 de febrero de 2016, denominado Memoria Urbana, realizado por los jóvenes que hacen parte de la organización, con el fin de evidenciar ante la comunidad, que es posible crear otros referentes distintos a la violencia en en esta zona del pacífico y, también, mostrar a Colombia que Buenaventura es sinónimo de resistencia, desarrollo y de arte.
Foto: Fundación Progreso y Paz
En la actualidad “los jóvenes estudian el graffiti como una expresión urbana en la que plasman lo que viven en la actualidad, cómo pueden ellos ayudar a transformarla y cómo ven a Buenaventura en el futuro”, según lo expresó Bryan Montaño.
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Pintar Buenaventura
La Fundación Culturemos Buenaventura surgió en 2015, ante la necesidad de crear y promocionar el deporte, la educación ambiental y la cultural del pacifíco colombiano, por parte de un grupo de bonaerenses, entre ellos Jesús Hernán Campas Escacia.
Culturemos Buenaventura también propende por crear espacios de paz, convivencia y reconciliación entre los habitantes de la zona urbana. por ello desde 2017 han creado actividades con niños, niñas, adolescentes y jóvenes en danza, que los llevaron al primer y segundo puesto en 2017 y 2018, respectivamente, en la modalidad de currulao en el distrito portuario.
Además, sensibilizan y enseñan a quienes asisten a sus talleres, sobre la importancia de la protección del medio ambiente, a través de la recolección de botellas en zonas acuíferas cercanas al puerto y su correcto reciclaje.
Foto: Culturemos Buenaventura
No obstante, La Fundación al igual que otras, ha sido afectada por la falta de promotores hacia los proyectos sociales. Por ello, en 2019 realizó su último gran proyecto a través del Super Bowl, proyecto que buscaba a través de un campeonato de fútbol, borrar las fronteras impuestas por grupos armados entre los barrios, lo que impedía que la comunidad se pudiera movilizar por temor a ser asesinados por pasar de un lado a otro del territorio, por situaciones relacionadas con el tráfico de drogas en las comunas 7 y 8.
A inicios de 2020, la Fundación se dedicó a recolectar alimentos para donar 65 mercados a las familias de la zona de Bajamar, que viven en situación de pobreza.“ Después de mitad de año, nos vimos obligados a cerrar por falta de recursos económicos y, desde 2021 estamos preparando el proyecto Pintar Buenaventura, una serie de talleres que buscan cambiar la cara de las zonas más afectadas económicamente de las comunas 7 y 8, a través de procesos de reconocimiento y apropiación de los territorios por parte de los jóvenes y adolescentes. No obstante, no ha sido posible llevarlo a cabo por falta de recursos económicos” comentó Jesús Campaz.
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