El estudio tiene como objetivo erradicar la «crisis» de falta de vivienda entre la juventud neoyorquina, particularmente entre la población afrodescendiente, indígena, latina y LGBTQ.
Varios jóvenes en situación de calle de la ciudad de Nueva York recibirán más de mil dólares en efectivo al mes durante los próximos dos años como parte de un novedoso proyecto de investigación que llevarán a cabo miembros del centro Chapin Hall de la Universidad de Chicago en colaboración con Point Source Youth y UpTogether, organismos de la sociedad civil.
La iniciativa ‘Trust Youth’, señaló la universidad a través de un comunicado, será el primer estudio en explorar la eficiencia de los programas de asistencia directa en efectivo dirigidos a erradicar la falta de vivienda entre los jóvenes neoyorquinos, particularmente entre la población afrodescendiente, indígena, latina y LGBTQ.
Durante la primera etapa del estudio, entre 30 y 40 jóvenes indigentes de edades comprendidas entre 18 y 24 años recibirán 1.250 dólares al mes durante un máximo de dos años. El enfoque flexible del proyecto permitirá a los beneficiarios elegir la frecuencia y las opciones de pago, así como solicitar un pago inicial más cuantioso que garantice su acceso a una vivienda.
Asimismo, el estímulo económico irá acompañado por servicios opcionales que tienen como objetivo generar los medios que permitan a los chicos invertir en sus propios objetivos, educación, así como en su desarrollo personal y profesional. «Las transferencias directas de dinero están respaldadas por una sólida base de datos internacionales y reconocen la capacidad de acción de las personas», explicó Matthew Morton, investigador principal del estudio.
«Proporcionar ayuda financiera directa con apoyos a los jóvenes tiene el potencial de capacitarlos para que inviertan en su propio éxito, al tiempo que ayuda a contrarrestar las desigualdades raciales derivadas de los legados de la injusticia», apuntó Morton. «Es hora de evaluar este tipo de apoyo con los jóvenes que no tienen el mismo acceso a los recursos para satisfacer las necesidades básicas […] durante la transición a la edad adulta», agregó.
Los investigadores esperan que los resultados del proyecto muestren suficiente evidencia cualitativa y cuantitativa que les permita, en colaboración con las autoridades de Nueva York, desarrollar una política estable para hacer frente a la «crisis de los jóvenes sin hogar» que afecta al país norteamericano.