De acuerdo con los informes estatales, el toque de queda fue declarado en las provincias surorientales de Diyarbakir, Mardin y Batman y en las orientales de Van y Siirt.
Las autoridades prohibieron a los ciudadanos salir de sus casas desde las 10 p.m. hasta las 7 a.m. y aseveraron en un comunicado que el toque de queda podría ampliarse si es necesario.
“Los manifestantes deben abandonar las calles, de lo contrario podría haber resultados imprevistos”, declaró el ministro del Interior de Turquía, Efkan Ala, al mismo tiempo que advirtió que “habrá respuesta a la violencia”.
Al menos 12 personas perdieron la vida durante las manifestaciones registradas el martes en Turquía que exigen el apoyo militar de Ankara a los combatientes kurdos que luchan contra el EIIL en Kobani.
Diversas manifestaciones tuvieron lugar en la ciudad más grande del país, Estambul, y otras ciudades como Mus, Hakkari, Van, Diyarbakir, Batman, Mardin y otros núcleos de la misma zona, donde sus residentes son en su mayoría kurdos.
Sin embargo, la Policía turca lanzó gases lacrimógenos y empleó cañones de agua a presión para dispersar a los manifestantes, que han criticado también la negativa de Ankara a permitir que llegue ayuda humanitaria y militar a la citada ciudad kurdo-siria.
Desde mediados del pasado mes de septiembre, la ciudad de Kobani es blanco de los ataques del EIIL, grupo terrorista que ha logrado ocupar varias localidades aledañas a esa ciudad y ha ocasionado un éxodo de refugiados a Turquía y otras partes de Siria.
Los integrantes de este grupo takfirí son responsables de crímenes de lesa humanidad contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes, kurdos y cristianos, en su avance en Irak y Siria.